A las escolares del Reino Unido no les interesa la vida y las ideas de los prohombres que apuntalaron el conocimiento y la ciencia de su país. Me acerqué a estas estudiantes con la intención de hablarles acerca de John Dalton, pero huyeron de mi explicación como de la peste.
Eso sí, lo hicieron con gran disimulo, sin grandes aspavientos, y haciendo gala de una prudencia circunspecta y sobria que me atrevería a calificar de muy británica.
4 comentarios:
¿Y qué esperabas que hicieran con esa peluca y esas intenciones que llevabas?: "Dejad que los niños huyan de mí"... Ese será tu lema a partir de ahora. Un abrazo.
La peluca es sólo el elemento motivador que todo proceso de enseñaza-aprendizaje exige ;)
Un abrazo.
Jajaja, Adriu, espantas a los niños!!!! Por favor, estás genial con esa peluca, dime que todavía la llevas.
Un abrazo!
aminuscula: estoy empezando a prescindir de ella, muy poco a poco. Con la llegada de la primavera cada día hay 3 minutos más de luz por las tardes. Paralelamente cada día llevo puesta la peluca 3 minutos menos. Hoy me la quité a las 13:57, y mis alumnos se llevaron un chasco. Dentro de poco daré mi sexta hora de clase sin peluca. Explicar a Nietzsche sin ella me va a costar. Pero para entonces me habré dejado crecer un frondoso bigote, como el del mostachudo filósofo. En resumen: me está costando dejarla.
Un abrazo.
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