lunes, 11 de junio de 2007

CoRpUs ChRiSti

Había cumplido con todos los trámites pertinentes. Había hecho la solicitud al Ayuntamiento, cumplimentado la ficha de inscripción, entregado alguna información acerca de los participantes y, finalmente, adelantado un boceto, un avance, un croquis, imagino que a fin de encuadrar la alfombra en cuestión en el abigarrado paisaje floral del urbanismo lagunero en la jornada de Corpus Christi.

Pero fue en vano. Mi solicitud fue denegada.

No obtuve ninguna explicación. No sé, esperaba acaso algún pretexto acerca de lo inapropiado de los colores, algún subterfugio basado en la falta de armonía o unidad con el resto de propuestas... algo a lo que aferrarme para perseverar con más tino de cara a la próxima edición.

Era absurdo e ingenuo: tratar de colar una alfombra con el lema "Educación para la Ciudadanía" en una ciudad al auspicio de una Ana Oramas estrenando una recién lograda mayoría absoluta.

Así que me resigné y salí a la calle, a disfrutar de la espléndida mañana de domingo, soleada y -más que nunca- primaveralmente floreada. Como siempre, mi participación en la fiesta del Corpus se vería reducida a la de mero espectador pasivo.

He aquí la alfombra del Ayuntamiento. Se aprecia claramente cómo el logotipo de La Laguna, ciudad patrimonio histórico de la Unesco, es una copia calcada de los quesitos en porciones "El Caserío" o "La vache qui rie", que para el caso es lo mismo.

Estas avenidas de flores son una tentación. Le entran a uno ganas de revolcarse por el suelo e imbuirse en una orgía de pétalos. Conozco a algún monaguillo que se metió en el ramo sólo por el goce de ir escoltando al obispo durante la procesión mientras con paso ceremonial pisoteaba con deleite todas aquellas filigranas paciente, laboriosa y cristianamente urdidas desde antes del alba.

He aquí una de esas filigranas, prestas a ser arrasadas por católicas suelas.

Desde las alturas se aprecia menos el detalle pero se gana en visión de conjunto. Ocurre como con la pintura impresionista, supongo.

Espectador pasivo, decía. Aquí estoy, como un voyeur, sacando fotos en altura desde mi balcón. Un par de alfombras más o menos laicas se ven desde aquí, como la del IES Cabrera Pinto, con su torre como tema principal. Aunque inevitablemente se cuela alguna paloma blanca en un segundo plano. Y no es precisamente la de la paz, con la ramita de olivo en el pico.

Aquí vemos la mentada paloma en todo su esplendor. Recorriendo la Carrera y San Agustín, camara en mano, no pude evitar sentirme como un extraño, casi como un intruso, un infiltrado. La religiosidad de los motivos era inequívoca: cristos, espiritus santos alados, cálices, cruces, frases del tipo: "yo soy el camino, la verdad y la vida". Todo aquello me era extraño. Y yo era extraño a todo aquello. La leve resaca de los últimos rones de la víspera contribuía a esa sensación.

Por las calles desfilaba gente variopinta y de cualquier condición. Al fin y al cabo, era el segundo fin de semana desde la inauguración del tranvía y las huestes de santacruceros noveleros tenían un motivo excelente para estrenarlo y pasar en La Laguna una agradable mañana en familia. "Gente variopinta. Gente de todo tipo". Eso quería pensar, eso me decía a mí mismo. Así debería ser. Y sin embargo, me daba la impresión de que predominaba o se hacía notar más otra casta, otra clase, una particular fauna cortada por el patrón del conservadurismo cristiano.

Ya sé que suena a topicazo pero no de otro modo se me presentaban los transeuntes con los que me cruzaba y compartía petril. Había casi en cada esquina mujeres de avanzada de edad y acomodada apariencia pidiendo para Cáritas con una huchita en la mano. Era difícil sortearlas. Lo mejor era hacer un modesto donativo y dejar que te pegaran el lacito correspondiente en la solapa. Ante posteriores abordajes sólo había que señalar el lacito y disculparse: "Ya colaboré". Había padres de familia comparseando a su extensa prole y su señora, endomingados todos y con aires inconfundibles de... encabezar una manifestación contra la política antiterrorista del gobierno. Lo sé, suena a topicazo; pero sólo les faltaba la banderita patria en mano.

Había religiosos profesionales. Monjas, supongo que no de clausura, y curas, como el padre Adán, que pese a su lento andar lo vi al menos dar dos vueltas al circuito floral.

Y luego laguneros de abolengo, de apellido rimbombante, solidarizados con la causa del día en cuestión, que para demostrarlo visten las ventanas de sus casas con estos paños morados, que simbolizan -no sé- algo así como "Aquí vive gente de bien". Las fiestas laguneras son fiestas religiosas en su origen y -casi todas- en su espíritu: la Semana Santa, el Corpus, las fiestas del Cristo... Sólo los Carnavales y San Benito Abad han podido trascender su significado religioso e ir más allá. Pues bien, los paños morados siempre están ahí, prestos a exhibirse en cualquiera de estas fiestas, como un botón de muestra de las ideas de los habitantes de esas casas, que cabe imaginar partidarios de la presencia y protagonismo de las manifestaciones religiosas en el ámbito de lo público.

Al pasearme por mi ciudad y sentirme en ella un extraño pensé en todo ello. La Laguna era una ciudad comprometida con lo religioso. A todas horas sonaban las campanas de La Catedral, de la Concepción o de parroquias menores; regularmente en días comunes y enloquecidamente -como contrapunto a los voladores- en ciertas efemérides señaladas por el calendario. En Semana Santa acceder en coche al centro quedaba absolutamente vedado, así como descansar sin que el silencio vacacional se viera torpedeado por las fúnebres cornetas de las procesiones... Y ahora ese compromiso municipal con lo religioso se veía confirmado por los motivos píos de las alfombras del Corpus.

Según nuestra Constitución, España es un país aconfesional. Aunque tímidamente, se declara con esta afirmación la separación Iglesia-Estado que desde la Ilustración determina el espacio que la religión debe ocupar, al menos, en los sistemas democráticos europeos. No obstante, acaso como una rémora del nacionalcatolicismo que durante 40 años hizo de España una excepción en este punto, el Estado español firmó en su momento unos acuerdos de colaboración con otro Estado, máxima expresión éste último de la vulneración de aquella separación Iglesia-Estado a la que antes aludíamos (el Estado Vaticano), según los cuales España se comprometía a dar un trato de favor a la Iglesia católica, hasta que ésta pudiera autofinanciarse por sí sóla.

A tales acuerdos se les ha vencido ya la fecha de caducidad, pero el gobierno del PSOE los ha ratificado y prolongado, ya sea por cristiana convicción, ya sea por pusilanimidad electoral. En materia educativa los acuerdos obligan a la escuela pública a mantener la asignatura de religión católica (y la de otras confesiones con similares acuerdos de colaboración) como materia optativa de obligada oferta en nada más y nada menos que 11 años consecutivos: desde 1º de Primaria hasta 1º de Bachillerato. Los profesores son elegidos por la Conferencia Episcopal pero los paga el Ministerio de Educación, es decir, todos los contribuyentes, con independencia de sus creencias en materia religiosa.

Frente a los defensores de la presencia de la religión en la escuela pública (frente a los redactores de la LOE del PSOE y de la LOCE del PP) hay quien ha ironizado reivindicando la presencia del pensamiento humanista ateo en la liturgia religiosa y demandando a las autoridades eclesiásticas un segmento de tiempo proporcional (pongamos quince minutos) de la misa dominical para explicar nociones elementales de darwinismo, constitucionalismo laico y materialismo filosófico. Sospecho que la iniciativa tiene tantos visos de prosperar como mi propuesta gráfica de alfombra para la presente edición del Corpus Christi.

Y ya que sale a colación de nuevo la presuntamente matacuras "Educación para la Ciudadanía", contra la que tanto obispo se ha movilizado, pancarta en mano, hay que aclarar dos cosas. La primera es que sus contenidos son absolutamente constitucionales: es más, son precisamente nociones elementales como la libertad, la participación democrática, las garantías del derecho y demás fundamentos de la Constitución, lo que constituye el objeto de estudio de dicha asignatura. La segunda aclaración es que frente a los 11 cursos de religión la LOE incluye sólo en 2 cursos la materia de Educación para la Ciudadanía. Lo que dice el Libro Sagrado influye sólo a los que profesan una determinada creencia, pero se le mima durante 11 años consecutivos en la escuela pública. Lo que dice la Constitución Española influye y obliga a todos los ciudadanos del Estado español, pero se estudia sólo durante 2 años y con la boca chica.

La misma reflexión cabe extrapolar al asunto alfombril. ¿Por qué el Ayuntamiento, que es una institución civil y no religiosa, da tanto pábulo a lo religioso en materia de fiestas? ¿por qué proporciona medios, espacios, subvenciones, flores y sales a parroquias, cofradías, seminarios de religión o particulares siempre y cuando no se alejen demasiado en el diseño de sus alfombras del ideario cristiano? ¿por qué no promueve una concepción más pluralista de esta fiesta, en la que tengan su espacio otro tipo de voces y mensajes, otro tipo de ideas y creencias, otro tipo de reivindicaciones, en las que puedan verse identificados y representados todos los ciudadanos y no sólo los creyentes en el cuerpo de cristo?

El ejemplo de los Scouts podría servir de punto de partida. Aunque no exento de un tufillo cristiano (presente más en algunos grupos que en otros), hay una serie de valores no incardinados en lo religioso que cabría reivindicar y que pueden encontrarse (creo: mi hermano fue lobato pero yo nunca vestí el uniforme de Baden Powell) en el ideario Scout: la lealtad, la solidaridad, el compañerismo, la autoexigencia, el cuidado de la naturaleza...

¡Hay tantas ideas y valores que merecen el esfuerzo conjunto de una noche en vela trabajando en equipo para lograr la materialización estética de un proyecto en común! ¿Acaso todas ellas han de tener algo que ver con la religión?

Estas niñas, por ejemplo, parece que están ensamblando pétalos que simulen ser la sangre de Cristo. ¿No sería más hermoso y más sano (en esta aromática mañana de sol y flores) imaginar que están dedicándole un corazón de rosas a sus madres, a su tutora, al chico más guapo de la clase?

Y estos niños, ataviados con el polo amarillo que identifica el grupo religioso al que pertenecen sus padres, están regando unas iniciales que ni ellos mismos entienden (yo tampoco), unas siglas de una cofradía acaso, una inscripción en latín resumida, quién sabe. ¿Por qué no fantasear con que las siglas son las del Club de Fútbol al que admiran y el amarillo el color del uniforme de su equipo?

Al final todo es una cuestión de flores

Una cuestión de pétalos, con los que pueden expresarse una infinidad de ideas, sentimientos y proyectos, no necesariamente vinculados a la fe en el cuerpo de cristo...

Por eso no me ha quedado más remedio que coger estas cajas de flores sobrantes y llevarlas a casa, para ejecutar libremente en mi patio -que es particular- mi proyecto de alfombra de "Educación para la Cidadanía".

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con todo lo que has expuesto. Además, hay que añadir que nuestro calendario escolar está regido por las fiestas de la religión católica. No sólo no hay separación entre Iglesia y Estado en un país aconfesional como el nuestro, sino que además una de las religiones está privilegiada sobre las demás. Y encima si haces este tipo de reflexiones se sienten perseguidos. ¡Hay que fastidiarse! Que no hombre que no, que no queremos perseguir a nadie, que no tengo nada en contra de la religión católica. Ahora bien, es un modelo de felicidad por el que se opta libremente y él o la que no quiera optar por él no tiene por qué ser castigada. Si yo no quiero dar religión no tengo que hacer algo a cambio, simplemente no hago nada. ¿Acaso yo tengo que hacer algo porque no voy a misa de 12 los domingos? La alternativa es un castigo por no profesar la religión privilegiada. Y para que no haya problemas, hay que sacar la religión de las escuelas, llevarla a las catequisis y acabar con que sea el dedo del obispo de turno quien decida quién da clase. Máxime cuando esa persona elegida a dedo puede decidir si alguien titula o no. Todo esto me parece propio de la Edad Media. Pero, qué hacen los del PSOE, bajarse los pantalones, desde el 82 no se han atrevido a poner a la Iglesia en el sitio que le corresponde. Así nos va.

Un saludo, Montse

Petrusdom dijo...

La Iglesia vive en el espejo de las ceremonias su fracaso, los templos vacíos, los seminarios con telarañas, al Papa no le hace caso ningun estadista (ni el vidente Bush)pero los espectáculos paganos del Rocio, la Mare de Deu, Semana Santa siguen anclados al calor de lo que mandan los astros divinos de la antigüedad. Ni caso.
Saludos

Anónimo dijo...

Es verdad que el hecho de que el PSOE no haya conseguido separar Iglesia y Estado es una pena. No sé si se puede considerar un fracaso, pues la altura del listón está bastante alta, aunque parezca que todo se pueda arreglar con cuatro decisiones. Hoy en día, la opcionalidad de la asignatura de religión y las bodas homosexuales ya tienen a la Iglesia manifestándose e incendiando a la opinión pública con sus cadenas de radio y televisión. Creo que hoy en día la mayor oposición al gobierno no la hace el PP sino la Iglesia. Cierto que falta el espinoso tema de cortarle definitivamente el grifo, pero entiendo que cosas requieren su "tempo". Creo que falta de ganas no hay.

Anónimo dijo...

Andriu,

La tensión en el blog de Montse no se "ha relajado".

Sencillamente, ha eliminado los últimos mensajes de los profesores que no estamos de acuerdo con ella. Y no porque fueran maleducados ni nada del estilo: la contradecíamos, no quería (o no sabía) responder a las preguntas que le planteábamos en nuestros comentarios y acabó por censurar nuestros mensajes.

Aunque le escribimos varios mensajes pidiéndole explicaciones por esa actitud, no sólo no nos respondió, sino que también censuró esos mensajes y acabó configurando su blog para filtrar los comentarios antes de ser publicados: es decir, primero los lee y, si no cree conveniente publicarlos, los censura.

Pese a que le he rogado que continuemos el debate en el foro de la APIA (Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía) en el que escribimos muchos profesores, se ha negado. Desde luego, allí no censuramos a nadie por no pensar como nosotros.

Lo más paradójico es que Montse se declara defensora del "pluralismo", de la educación en "valores democráticos". Ya se ve cómo lo aplica cuando alguien la contradice con argumentos que no quiere (o no puede) refutar.

Reconozco que este episodio me ha resultado profundamente desagradable. Negar la palabra a alguien que sólo busca el diálogo, sin siquiera dar explicaciones, retrata perfectamente los "valores" señora.

¡Qué miedo me dan los profesores que se "cargan de razón" y van dando lecciones de cultura democrática!

Como la señora Montse no me permite publicar en su blog, la emplazo aquí (si es que lee este mensaje) a continuar el debate en el foro de la APIA. Le aseguro que allí no se van a censurar sus comentarios.

Le agradecería que tenga usted, Andriu, la amabilidad de hacerle llegar (si no se lo censura) este mensaje.

Un cordial saludo y felices vacaciones.

Anónimo dijo...

Disculpe las erratas y la tosquedad del estilo. Pierdo un tren y voy con prisas.

;)

Andriu dijo...

Montse, me intriga saber cqué porcentaje aproximado de docentes piensa como nosotros en este tema... y que porcentaje de españoles. Me imagino que el PSOE antes de desabrocharse el botón de los pantalones para -como dices- bajárselos habrá hecho cuentas... ¿Realmente son correctos sus cálculos?

Petrusdom, la Iglesia ha perdido muchísimo poder e influencia, es cierto. Pero no lo suficiente. Por otra parte, creo que lo religioso en el mundo "vuelve", en un movimiento pendular, tras una época de cierta secularización.

Quin, el PSOE al respecto no ha hecho absolutamente nada. El holding mediático de la Conferencia Episcopal nos ha pretendido colar que sí lo ha hecho, que ha traido a España un laicismo matacuras y beligerante. Nada más lejos de la realidad. El único dardo hacia la Iglesia: los matrimonios homosexuales (la homologación de derechos entre ciudadanos, el empecinamiento socialista con esa idea peregrina de la igualdad). Por cierto Quin, ¿dónde se metió el Cizaña?

Francisco, me sorprende lo que me cuenta... Puede ser que Montse haya entendido que su blog no es el lugar para desarrollar un debate en el que había perdido la batuta. Hay que entender que, al fin y al cabo, un blog no es un foro. Es comprensible que el autor de un blog se sienta incómodo cuando se le emplaza a un debate interminable al que quiere poner punto. Aunque reconozco que esas no son formas. No conozco a Montse, así que no creo que deba hacer de correo entre ambos. Espero que lea aquí su invitación al foro de APIA. Yo pienso pasarme por él en cuanto tenga un ratito. Felices vacaciones a usted también, aunque las mías comienzan el 1 de agosto.

Anónimo dijo...

Andriu,

De acuerdo con lo de la función de correo.

Le soy sincero: lo que Montse haga o deje de hacer en su blog me es completamente indiferente: allá ella.

Me importa su actitud como "ejemplo", en lo que tiene de tópico. Y lo digo porque me ha pasado más de una vez con otros profesores, pedagogos, directivos, etc. de ideología similar.

Primero tratan de convencerte de sus planteamientos mediante argumentos; cuando respondes y comprueban que no sólo no han conseguido convencerte, sino que les planteas cuestiones a las que no saben responder, toman la estrategia de intentar "culpabilizarte" (esto es: ellos son los solidarios, los comprensivos, los implicados en sus trabajo, los "buenos" con los alumnos; y los demás los autoritarios, los "castigadores", los "pasotas" que sólo pensamos en vacaciones, los "malos" con los niños); cuando intentas demostrar, siempre mediante argumentos (no argumentos "ad hominem"), que no es cierto y pides que te argumenten su postura, ¡ZAS!... se acabó la discusión, a la fuerza. Se te niega la palabra y punto.

Como comprenderá, me da exactamente igual poder publicar o no en el blog de Montse Pedroche. Pero esta señora no eliminó comentarios míos porque yo insistiera en discutir. Nunca me dijo que no le apeteciera seguir dialogando sobre el tema; es más, censuró comentarios en los que respondía a otros comentaristas de su foro, que se quedaron sin respuesta.

Montse no sólo no advirtió que había eliminado mis mensajes (y los de otros comentaristas), sino que censuró también aquellos en los que le pedía explicación de por qué lo había hecho e incluso configuró su foro para impedir que los comentarios apareciesen publicados sin que antes ella los "revisara".

Insisto: me da exactamente igual lo que esta señora haga con su foro. Si sigo con el tema es porque su comportamiento se me antoja paradigmático de la forma de actuar de las personas que comparten su ideología. Acusan a otros profesores de autoritarios y son ellos los que practican de forma más ladina los métodos autoritarios; insisten en la importancia de la crítica y la autocrítica: la segunda nunca la practican y la primera sólo la aceptan cuando son ellos los críticos, nunca cuando son los criticados.

No lo canso. Este tema no va con usted. Disculpe que haya utilizado su blog para ello; pero sé que Montse leerá esto. He leído el último artículo que ha dejado en su blog, dedicado a sus alumnos de 4º de E.S.O.: cuando lo leía, pensaba en lo fácil, lo bonito (lo ÚTIL) que es ser pedagógico y "demócrata" de palabra y lo difícil que es serlo de hecho.

Sí: aleccionar de palabra es mucho más fácil que aleccionar con los hechos.

Un saludo cordial y, de nuevo, disculpe que haya utilizado para esto su blog.

Andriu dijo...

Francisco, no puedo sino coincidir con usted. Cuando comenzó la discusión en el blog de Montse (RM, mateo y usted a un bando; Montse, acompañada también, en el otro) no me pareció que la facción crítica utilizara argumentos o formas que justificaran la censura. Aún así, dicha crítica no sentó bien e hice notar la "actitud airada y a la defensiva" de Montse y compañía ante la misma (por cierto, este mi comentario no fue censurado). Así que lo que me cuenta usted no es sino la culminación de dicha actitud.

No obstante, la página de Montse sigue en mi lista de favoritos. Su último post sobre sus alumnos de diversificación es francamente estimulante (sea o no cierto lo que cuenta) y la mayoría de sus post nos hablan de un sano optimismo que se hace necesario inocular entre el profesorado. Y ello sin dejar de lado la lucidez crítica que nos debe hacer denunciar un sistema educativo con muchas manzanas podridas. Desde la Logse, todas sus variantes dejan bastante que desear. Y en eso coincido con usted. Pero no en que no sea pertinente apelar a la moralización (en el sentido de Aranguren: subir la moral) y perfeccionamiento del profesorado. Y por esto último seguiré acercándome de vez en cuando a su página. Y sospecho que usted también...

Por otra parte, no puedo asegurarle que Montse pase por mi blog y lea sus comentarios. Este blog no tiene la enseñanza como tema principal, así que no sé en qué medida puede interesarle o no.

Por cierto, francisco: ¿tiene usted algún blog?

Un cordial saludo.

Santi dijo...

bueno, desde luego faltaba tiempo para que tu blog se convirtiera en un foro....a estas alturas de la noche canaria no pretendo entrar en tan acaloradas pero sanas discusiones, lamentándolo mucho el día a día me quita las neuronas disponibles para el ejercicio intelectual y así siento que entiendo más el droskismo tan relacionado en lo esencial con el trostkismo jajajaj...mis felicitaciones porque al final las letras llaman a las letras.
por cierto quien es el tal Quin? Letrado respóndame lo antes posible porque tengo un amigo que se llama así, apodado el cizaña!, ni más ni menos...
que te cuento fiera salvaje...qh si! que tengo otro amigo...Benito, que viene a La LAguna el 8 de julio...te ruego te preocupes en conocerlo.
besos......otro día me gustaría opinar sobre el tema en cuestión....y no quedarme en meras frases sensacionalistas que impacten como si yo fuera un actor! ja
besos again nenada

Anónimo dijo...

¡Qué risa!, mirando cosas en google he dado con estos comentarios, no los había leído. ¡El Francisco ese buscando alidado contra mí!, jajajaj, ¡cuánta importancia me concede! Y encima tachándome de no sé qué ideología, sabrá ese tipo qué ideología tengo yo. Por si interesa a alguien, no tengo carnet de ningún partido y soy una pringada que simpatizo con una inmensa minoría por convicción y no por conveniencia.

Así que en estos días no me conocías e incluso te parecía que el tal Francisco llevaba razón, ¿no? Y ahora, ¿qué piensas?

Saludos, mucho tiempo después. Montse

Andriu dijo...

Guau, Montse, menuda inmersión en el pasado la tuya. Pensé que los posts tan primerizos se perdían en la blogosfera.

¡Menos mal que no los leíste en su momento tales comentarios, porque de ser así todavía estarían discutiendo los dos, Francisco y tú!

Hice bien en no aceptar su petición de hacer de correo. O no, quién sabe.

Lo cierto es que no veo por qué dices que le concedía a él la razón. Me releo y creo que mi postura es bastante ecuánime y que sólo juzgo a partir de lo que vi en aquella discusión o post, el cual -como comprenderás- no pienso buscar o leer ahora mismo, al no ser ninguna prioridad vital.

Nunca me tocó moderar ningún CIO. Pero uno de los temas que tenía en mente era "Tigres y leones", traer a un foro común a personas de muy distinta cuerda: a) los del CIO (cuyas opiniones son, por lo general, muy parecidas en relación a muchos temas y enfoques en educación); b) gente que (como Francisco) desde otros blogs discutían sobre educación desde coordenadas muy distintas.

Recuerdo visitar ambos tipos, blogs de tigres, y blogs de leones, y quedar seducido por ambos. Un para-CIO no edogámico podría haber deparado en un diálogo fructífero o enriquecedor... o en una bomba de relojería.

...Ahora me siento a años luz de todo aquello... del CIO, de la Secundaria... de los logsianos y los antilogsianos... del PSOE y el PP... de mis excursiones por otros blogs...

Supongo que ya se me pasará.

Un abrazo.