
En 1731, un nutrido grupo de canarios, 16 familias, 56 personas para mayor precisión, llegaron al Presidio de San Antonio de Béjar, sito en la actual ciudad de San Antonio de Texas.
Se les considera, como reza esta placa, los fundadores de esta ciudad estadounidense, la más turística de "el
estado de la estrella solitaria".
Hacia allí nos dirigimos el fin de semana pasado, en peregrinación isleña de obligado cumplimiento.

Adriana, Pepe, Paula, Raquel y Alejandra acompañaron esta vez a los dos representantes del archipiélago: Mr. Fajardo y su madre.
En segundo plano, el Capitolio, sede parlamentaria de Texas en la capital del estado, Austin, en donde hicimos noche y pasamos una mañana disfrutando del placer sin precio de pasear y recorrer aceras.

La
Catedral de San Fernando, en cuya pared encontramos la plaquita en cuestión, fue al parecer la primeria iglesia en todo el vasto y hoy ultrarreligioso estado de Texas.
-Vaya -
pensé-
si al final tanto criticarlos y va a resultar que hemos sido los canarios los culpables de todo este desaguisado...Durante el periodo de Felipe V éste y otros territorios de lo que hoy es USA pertenecían todavía al reino de España. Al parecer, mientras que más al norte enviaban gallegos y otras gentes de tierras más septentrionales, más hechas al frío y a la humedad, a estas tierras sureñas mandaban a canarios, acostumbrados a la escasez de tierras áridas y casi yermas.
Y es que la comitiva en cuestión, el grupo de
islanders que puede considerarse como el de los fundadores de San Antonio, procedía en su mayor parte de la más oriental y casi más seca y desértica de las islas -también la más hermosa: Lanzarote.

Al segundo día en San Antonio hicimos el tour de las misiones: el Álamo, Concepción, San José, la Espada... y puede que alguna otra que mezclo u olvido.
Los franciscanos españoles evangelizaron a los primeros pobladores de este territorio, los indios, y éstos a cambio les ayudaron a construir estos santos lugares de culto.

En San José estaban celebrando la misa del domingo y amenizándola había nada más y nada menos que ¡un grupo de mariachis!
Templos hermosos y sobrios, con su mestizaje colonial.
Qué antiguos parecían, en comparación con la arquitectura de vidrio y acero de las ciudades yanquis.
Y qué jóvenes, qué simples y elementales: por esas fechas, en pleno siglo XVIII, en la vieja Europa ya lo habíamos probado todo en materia de catedrales.
-Estados Unidos era aún un niño en pañales, un país sin historia -pensé: La casa de mis padres en Tenerife no debe de tener muchos más años que estas vetustas iglesias que se están cayendo a cachos.

Antes de volver a Tyler me saqué una foto con dedicatoria especial para mi abuela, devota de San Antonio.
Luego estuve curioseando por internet sobre estos temas y encontré
un texto bastante curioso y absolutamente pertinente, en el que se abordan cuestiones como: la gesta de los canarios de Lanzarote que fundaron San Antonio, la batalla del Álamo, el establecimientos de las misiones y otros capítulos importantes en la historia fundacional de Texas. El texto no deja de ser un tanto pintoresco en tanto en cuanto aparece, en un inquietante segundo plano, como acompañante del narrador en la visita a San Antonio, el ex alcalde de Teguise, ex presidente del Cabildo de Lanzarote y ex presidiario de la cárcel de Tahiche.
San Antonio comenzó siendo un fortín o "presidio".
-Hay quien se las pasa de presidio en presidio -pensé.