sábado, 29 de mayo de 2010

viernes, 28 de mayo de 2010

jueves, 27 de mayo de 2010

miércoles, 26 de mayo de 2010

martes, 25 de mayo de 2010

lunes, 24 de mayo de 2010

domingo, 23 de mayo de 2010

viernes, 21 de mayo de 2010

jueves, 20 de mayo de 2010

miércoles, 19 de mayo de 2010

MáS aLLá



El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,

un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde

una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,

ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.


(Jorge Luis Borges: "Las Cosas")


lunes, 17 de mayo de 2010

domingo, 16 de mayo de 2010

viernes, 14 de mayo de 2010

aLgO PeRMaNeCe


El 12 de febrero de 2007 escribí el segundo post de NaDa PeRmAnEcE, que titulé "BaRCo HuNdidO".

(El lector avispado y sagaz podrá darse cuenta de que el sistema de reglas maniáticamente establecido por Andriu para la elaboración de los títulos no estaba completamente afinado)

El 11 de febrero, un día antes, había estrenado el blog con el único post sin foto, titulado "Todo fluye..."

(El paréntesis anterior es aún más pertinente aquí)

El primer post del blog era una especie de declaración de intenciones. Apelando a Heráclito, a Proust y a Saramago trataba de descubrir por adelantado el sentido de mi blog:

Un blog: literatura efímera, volátil, perecedera. Un soporte inmaterial, virtual, casi etéreo: digital. Y pese a todo, un intento más de retener y dilatar y enriquecer y ennoblecer y engrosar y almacenar el tiempo, la savia de las horas, los entresijos de los días y las noches, los renglones que silenciosamente escribimos al vivir.

El 26 de septiembre de 2009 Carse escribió un comentario al post BaRCo HuNdidO en el que me adjuntaba un link con la foto del barco antes del hundimiento.

El 28 de abril de 2010 alguien anónimo dejaba otro comentario preguntando por el nombre del barco.

El 30 de abril de 2010 alguien con el nickname de ainara contestaba que el nombre era el "Telamón".

Picado por la curiosidad decidí buscar en google información acerca del barco y decubrí dos cosas:

1) Que el Telamón era otro barco diferente, encallado frente al puerto de los Mármoles (Arrecife de Lanzarote) pocas semanas antes del misterioso barco hundido frente a las costas de Famara.

2) Que el 10 de noviembre del 2007 el diario digital "Crónicas de Lanzarote" había publicado un reportaje sobre ambos hundimientos y que el final del reportaje se cerraba con un párrafo extraído del blog "Nada permanece" de un tal Andriu, en el que recordaba el año del hundimiento. En dicho reportaje se citaba además a un tal Tomás Fajardo.

Más intrigado aún que al principio decidí escribir a mi padre, para hacerle dos preguntas:

1) ¿Cuál era el nombre del barco hundido en Famara?

2) ¿Era familia nuestra ese Tomás Fajardo?

Me sorprendió que mi padre no tuviera respuestas para tales preguntas, pues en casa siempre lo consideramos (pese a sus protestas) una especie de oráculo, que todo lo sabe. Nuestro primer apellido es Fajardo; su segundo nombre es Tomás. Pero obviamente el reportaje debía de referirse a otro Tomás Fajardo.

A estas alturas de la historia yo ya me había percatado de una cosa, a saber:

Que me había equivocado al calificar lo escrito en los blog de "literatura efímera".

El 12 de mayo de 2010 se convirtió en certeza esta impresión. Y es que otra persona anónima volvió a dejar un comentario en aquella segunda entrada sobre el barco de Famara, con toda la información que nos faltaba, que aquí reproduzco:

"El barco mercante que encalló en Famara se llamaba el ROLLA-1 de bandera libanesa la mayoría de sus 23 tripulantes eran de nacionalidad coreana e iba cargado con cuatro mil toneladas de cemento, había salido del puerto de Aguilas (Murcia) y se dirigía a Nigeria, vía Las Palmas. Encalló el martes 19 de enero de 1982, debido a que sufrió una vía de agua en la sala de máquinas. Esto es lo que recogen los periódicos de este año".

Lo que se escribe en los blogs no es para siempre: nada lo es.

(Salvo el amor, mientras dura)

Sin embargo, gracias a Carse, a Anónimo 1, a Ainara, a Arturo Escarda (autor del reportaje) y a Anónimo 2... tengo la impresión de que aquel post tan lejano y antiguo todavía sigue vivo.

Da gusto comprobar que, de vez en cuando, algo permanece.


miércoles, 12 de mayo de 2010

lunes, 10 de mayo de 2010

MiEnTrAs DuRa


"¿Y ahora hasta cuándo?", le preguntó él. Ella le contestó con un verso de Vinicius de Moraes: "El amor es eterno mientras dura".

(Gabriel García Márquez: "Sólo vine a hablar por teléfono")

sábado, 8 de mayo de 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

jueves, 6 de mayo de 2010

martes, 4 de mayo de 2010

lunes, 3 de mayo de 2010

gRaCiAs mOnTsE


En un lugar de la Mancha...



En un horizonte vasto,



salpicado de viñedos



de tractores



de castillos



y de tapias blanquiazules,



donde comen pipirrana...



y es ley el pisto manchego.



En un lugar de la Mancha,

en donde el viento da vueltas,



nos reunimos cinco profes:

Isabel, Montse, Ricardo, Elena

y Andriu.



Montse nos acogió en su casa en Socuéllamos (Ciudad Real) a Isabel, a Ricardo y a mí durante este fin de semana. Y con este post le agradezco su cálida hospitalidad, así como la de sus hermanas Elena y Esther, y su cuñado Ramón. Con todos ellos pasamos un estupendo fin de semana en grata compañía y asistimos a una naturaleza en plena exuberancia primaveral.



Las Lagunas de Ruidera estaban a rebosar de agua fresca que corría a raudales.



Sólo Montse y Andriu tuvieron la osadía de remojarse.



También aproveché para desempolvar la cámara de fotos y emborracharme de esa belleza que hay en lo cotidiano y para la que sólo hace falta tener los ojos bien abiertos, como poros:

Porque también hay belleza en una litrona.



En un amor.



En unas All-Star.



En un "guacho" (un niño).



En una flor.



En un arroyo.



O en un cielo que muere.