jueves, 30 de diciembre de 2010

lunes, 20 de diciembre de 2010

DíAs CoNtAdOs

Veo poco la tele. Muy poco. Casi veo sólo la tele mientras almuerzo o ceno en casa, y gran parte de las cenas o almuerzos los hago fuera de casa. Cuando me siento delante de la tele con un plato de potaje, unos huevos revueltos o una pizza casera, dedico una primera parte del almuerzo o cena a hacer zapping

Poco a poco he ido familiarizándome con los canales de la TDT (hace sólo dos meses que mandé instalar una nueva antena; el viento, o algún vecino, arrambló con la anterior). Hago zapping sólo por comprobar que todo sigue igual, que nada ha cambiado, que cada canal sigue fiel a su espíritu. Y por eso, para descartarlos, como de costumbre, comienzo por los canales-bazofia:

En primer lugar, los de embrutec... quiero decir, entretenimiento, como Tele 5. Pseudoperiodistas, fantoches,  expertos en corazón, mariconas, tertulianos cocainómanos y princesas del pueblo. El otro día me puse a escuchar a Mercedes Milá, una mujer inteligente que ha vendido el alma. Me llamó la atención cómo había envejecido: estaba arrugada, flaca, fea, en comparación con la mujer con cierto atractivo y elegancia que fue. Me pregunté si era el tiempo meramente el responsable de tales estragos o si a esa corrupción exterior había coadyuvado un cierto envilecimiento del alma.



Pero lo que me hizo cambiar de canal no fue su aspecto físico, sino el cinismo de su discurso. Porque iba disfrazada de "libro". Iba ataviada con un vestido-libro, en homenaje al Nobel recién concedido a Vargas Llosa. Una mujer del público (madre, novia, amiga o concuñada de alguno de los concursantes de GH) era diseñadora y le había hecho a "la Milá" el vestido, copiando en la tela del vestido-libro los primeros párrafos de la última novela de Vargas Llosa (que obviamente allí nadie había leido).

Pues bien, Mercedes Milá nos obsequió con un breve alegato a favor de los libros y de la lectura... en medio del plató de un programa de televisión que prohibe a sus concursantes leer y traer a la casa en la que conviven cualquier cosa que se parezca a un libro.

En Gran Hermano no se lee otra cosa que los prospectos de los medicinas y los ingredientes de los alimentos... pero su presentadora se permite el lujo de ensalzar los libros y el valor de la lectura. A mí esto me parece la definición estricta del cinismo. Por eso llegado a este punto cambio de canal.

Antes, hace meses, me entretenía recalar en las tertulias políticas de derecha, que tanto han proliferado últimamente. Federico Jiménez Losantos inauguró hace años una forma de corrupción del periodismo que le reportó grandes audiencias en la radio. Era un estilo incendiario, desmesurado, falaz, torticero y refractario a la objetividad o a la neutralidad. Ese estilo ha proliferado en la TDT de un modo tal que casi a cualquier hora es posible encontrar dos o tres canales en los que se escenifica una tertulia política al estilo Losantos.



Es quizás la de este señor la que más éxito está teniendo. Su audiencia, creo, no para de crecer, así como el número de seguidores o fans, que se autodenominan "gatoadictos" (jamás pensé que yo pudiera dicrepar algún día con algún género de amante de los gatos). El amor que se le profesa en España a quien se expresa desde las vísceras en lugar de la razón, desde el exabrupto y el insulto en vez de desde el respeto, desde el odio y el rencor, es un amor incondicional, de los que son para toda la vida (como el carnet de militante de ciertos partidos políticos). Y el argumentario para justificar dicho amor es por lo general pobre y zafio. Así, en una página web sobre el asunto leo comentario como éste:


"juan francisco navarro 25/01/2010 en 4:27 pm Hola me gusta mucho su pograma , soy vigilante jurado en Tenerife. lo que no entiendo es como a al inutil de zapatero y su secuaces no les paran los pies estan abusando de todo. nosotros todos los vigilantes estamos hartos de este inutil sinverguenza ladron y de su mafia que tiene de ministros est arruinando españa y intentar separar por favor diganle al señor Rajoy presente una nocion de cesura a esta basura de gobierno y digo mas a partie de ahora los vigilantes llevaremos una pequeña cruz VIVA ESPAÑA VIVA NUESTRA BANDERA Y VIVA NUESTROS REY ESPAÑA ESPAÑA UNA SOLA"


Decía que antes, hace meses, me entretenía recalar en las tertulias políticas de derecha, como ésta de "El gato al agua". Me asombraba presenciar tal espectáculo de demagogía y de sofística juntos. Me interesaba asomarme a otros puntos de vista, relativizar mis fuentes habituales de información.

Pero ya no.

Ahora hago un zapping rápido, vertiginoso, por toda esta bazofia, para confirmar lo ya sabido. Y me dispongo a disfrutar de la segunda mitad de la cena o almuerzo con la información más o menos veraz de los informativos de CNN+, con las entrevistas profundas e interesantísimas de Iñaki Gabilondo, o con la mesa redonda (fresca, divertida, inteligente y plural) de cuatro mujeres periodistas como la copa de un pino que modera José María Calleja.

Ha llegado un punto en el que la telebasura me resulta indigesta, aunque cene con pizza.



Y sin embargo CNN+ tiene los días contados. Tele 5 ha absorbido a Cuatro y el grupo Prisa termina con CNN+, que dejará de emitir a partir del 1 de enero de 2011.

El otro día vi el final del último programa de la tertulia de Calleja, y se me pusieron los pelos de punta:
"Hoy es nuestro último programa -decía el presentador, tratando de domeñar el impulso del llanto-. No es nuestro último programa del mes, ni del año, ni de la temporada. Es nuestro último programa en televisión..."

Yo seguiré viendo la tele poco. Muy poco. Seguiré viendo la tele mientras almuerzo, mientras ceno. Pero me temo que mis comidas serán cada vez más indigestas.



sábado, 18 de diciembre de 2010

EsTaMpAs CaLeTeRaS


Cae la tarde en la Avenida.


Caminito a San Juan.


Amanece tras el Risco.


Huele a salitre.


viernes, 17 de diciembre de 2010

CaSo GaLgO

 "El gran mérito de la injusticia consiste en parecer justo sin serlo. Hay que dotar, pues, al hombre perfectamente injusto de la injusticia perfecta sin quitar nada de ella, y que cometiendo los más grandes crímenes sepa crearse una reputación de hombre de bien; que si llega a dar un paso en falso se rehaga inmediatamente; que sea tan elocuente que convenza de su inocenia a los mismos ante quienes sus crímines habrán de acusarle; bastante atrevido y bastante poderoso, ya por sí mismo, ya por sus amigos (...) He aquí el hombre injusto".


(Platón: La República, Libro Segundo, IV)

miércoles, 15 de diciembre de 2010

sábado, 11 de diciembre de 2010

AgUdEzA ViSuAl


¿Qué estoy fotografiando?


¡Muy bien, Carse!


Se trata en efecto de barro, cuarteado y seco.


Y al fondo: el faro de Jandía.

lunes, 6 de diciembre de 2010

EsPeJoS cAmBiAnTeS



"Cumplí 52 años un poco antes de que me tomaran esta fotografía. Hasta hace poco no había pensado mucho en la edad. En la de verdad, la mía, no en el paso sereno y literario del tiempo sino en su vértigo de fugacidad: los diez o doce últimos años se han ido como en un instante; en un plazo igual, si vivo, tendré sesenta y tantos. Seré lo que era un viejo en la época de la juventud de mis padres. Pero esa claridad no me provoca nostalgia. No quiero volver a los 20, a los 30, a los 40 años. Me gusta más la vida que tengo ahora. Lo que he aprendido, lo que tal vez es visible en la foto, es que en la vida hay ocasiones y motivos para la tristeza, pero también para la felicidad, y que entre la meditación ensimismada y la observación atenta de las cosas y de las personas puede haber un saludable equilibrio, igual que entre la soledad y la compañía, entre el dulce hábito de la vida en común y el fervor de la pasión. He aprendido también que toda sensación de permanencia y quietud es un espejismo, un simulacro que necesita nuestro cerebro para dar un orden inteligible al mundo. El fluir permanente y la inestabilidad están igual en las intuiciones de los presocráticos que en las leyes de la Física cuántica. Mi cara de ahora mismo ya no es la de esta foto. La estoy viendo alejarse en el pasado como un paisaje en el espejo retrovisor. Porque es un arte cuya materia es el instante que sucede ahora mismo la fotografía trata sobre todo del paso del tiempo. Por eso me hechiza y por eso me da un poco de miedo."

(Antonio Muñoz Molina)