sábado, 13 de junio de 2009

úLTiMaS SeMaNaS


Al final, incluso a los objetos se les coge cariño.



Tuvimos que venderlo todo.

Los apartamentos en Estados Unidos, por lo general, se alquilan completamente vacíos, sin amueblar. Por eso son tan comunes los garage sale, en los que uno vende de todo a precio de ganga.

La gente se muda y necesita venderlo todo, dejar el apartamento vacío. Al mismo tiempo, quien acaba de llegar necesita hacer el camino inverso: amueblar su nueva casa.

Fue divertido:

Raquel tenía una Biblia en venta: una edición de cuero muy cara y con estuche incluido.

Tyler no dejó de mostrar su esencia hasta el final: no importaba quien se acercara a nuestro puesto, lo primero que miraban y manoseaban era la Biblia de Raquel.

También fue lo primero que se vendió: la compró un chico de unos treinta años que se fue leyéndola, ensimismado.



Luego hicimos otro garage sale en la escuela, con los restos.

Había que deshacerse de todo así que esta vez dejamos que el comprador pusiese el precio.

El resto lo regalamos.



Las últimas semanas fueron muy intensas.

También en lo emocional.

Disfruté de mis últimos días con los gansitos.



Sólo después del último día con ellos, cuando tuve que desmantelar el aula para dejársela preparada a la siguiente maestra, me invadió una tristeza infinita.



Tuve que tirarlo todo a la basura.



Y todos los objetos que iba tirando llevaban incorporada una historia, un recuerdo, una anécdota, un momento que con el tiempo se hizo feliz.



Algunos no quisieron llevarse a casa su foto colgada del poster de los cumpleaños: prefirieron dejársela al maestro para que no los olvidase nunca.

Aunque una cosa es verdad:

¿Sabrán mis gansitos lo que significa nunca?



Otros me dejaron sus monitos, con los que contábamos cada mañana cuántos alumnos habían venido a clase ese día.

Nunca supe porqué los llamaron desde un principio monitos.

Tampoco recuerdo cuándo, cómo ni por qué empecé a llamarlos yo también así: monitos.



A los objetos se les coge cariño.

Con las personas es diferente:

A ellas se les quiere.


6 comentarios:

Montse dijo...

Estos días que estás viviendo son intensos porque sientes los dos polos de las emociones en sumo grado. Los humanos somos tan "necios" que tenemos que vernos en una situación extrema para disfrutar de lo cotidiano. ¿Por qué no podremos disfrutar de lo cotidiano sin necesidad de que las situaciones sean extremas?

Qué foto tan bonita, ésta última.

Un abrazo, Montse

Anónimo dijo...

Con todo lo que te costó tomar la decisión de marcharte, ya se ve lo que cuesta esa despedida de los objetos y las personas.
Suscribo el comentario de Monste palabra por palabra.
Un beso, cada momento que pasa menos virtual y más físico, se acerca tu llegada.
Castora

Aureliano Buendía Malanoche dijo...

Gracias por compartir y gracias por hacerlo tan bien. Leyéndote se asoma una lagrimilla empática.
¡Qué triste es ver un apartamento vacío! Todo lo que has vivido se te pasa por la cabeza, como si estuvieras a punto de morir... tal vez muere algo de verdad... algo se muere en el alma cuando un amigo se va lairo lairo la

Anónimo dijo...

La foto con los gansitos en su medio, en el aula donde has pasado tantas semanas con ellos, me encanta. Los estuve recordando uno por uno, pero hay algunos que yo no conocí. Muy bonita y entrañable.
Besos. Castora

Yaiza dijo...

Qué triste!!! Menos mal que nos queda el consuelo de saber que cuando algo acaba, algo suele empezar. Mucha suerte en tu nueva aventura.
Un especial abrazo a Gabi.

Y.

Ricardo dijo...

Precioso el post y las fotos con tus gansitos que también han sido un poco nuestros este año. Un abrazo.