domingo, 16 de octubre de 2011

TeRcEr cOnTaCtO



Me veo obligado a retornar al blog con toda una serie de cautelas, indecisiones y aparentes fintas. Pero no hay ánimo de engaño en ello sino, al contrario: voluntad de verdad y de honestidad conmigo mismo y con quienes se han asomado por aquí durante estos meses y no han encontrado sino el débil eco del pasado.

Un blog es como una casa de campo. Desde allí nos contemplamos a nosotros mismos y al mundo circundante desde otro ángulo y con un sosiego y detenimiento que la ciudad nos hurta. Alejados de los ruidos y del frenético ritmo de la gran urbe, desde la casa de campo tomamos la distancia necesaria para comprender lo que pasa.

Un blog es una casa de retiro. Hay quien pasa en ella los fines de semana. Hay quien la visita casi a diario, o quien la habita en largas y fecundas temporadas. Algunos incluso se mudan allí definitivamente y apenas mantienen trato con el mundo real de la ciudad.

Yo llevo cinco meses sin abrir la cerradura oxidada del candado de mi casa de campo. El jardín se ha llenado de maleza y de malas hierbas. El interior está sucio, polvoriento y con olor a encierro. Durante estos meses, de vez en cuando, un paseante aparecía y le tiraba piedrecitas a los cristales, para ver si alguien contestaba:

-¿Qué pasa con tu blog? -me preguntaban- ¿Lo tienes parado?

-Pues sí -contestaba yo, lacónicamente, sin dar más explicaciones.

Pensé que vendrían solos. Pensé que los motivos para dejar de escribir se me aparecerían un buen día delante de mí: evidentes, claros y distintos. El tiempo acabaría por perfilarlos y definirlos. Uno no deja de visitar hasta el abandono su casa de campo sin ningún motivo.

Pero los días en la ciudad pasaban y los motivos para no ir al campo seguían sin aparecer. Simplemente notaba que mientras más tiempo transcurría más me afianzaba en la ciudad. No iba ya a la casa de campo y, pese a no tener motivos para ello (o pese a no tenerlos claros), persistía en mi inmovilidad de urbanita.

Hace una semana que he interrumpido mi exilio en la ciudad y que he venido a respirar este aire limpio y preciso. Ha sido un acto irracional, inmotivado, de pura voluntad irreflexiva. Ha sido un salto al vacío, un movimiento casi instintivo.

Me resulta imposible todavía escribir un post normal y corriente (sobre actualidad política, literatura, religión, amor o crítica social). Sería como llegar a la casa de campo -destartalada como está- y en lugar de hacerle una limpieza a fondo y arreglar el jardín y el polvo interior, adornar las paredes con cuadros.

Sólo concibo ir retomando el contacto de nuevo muy poco a poco. Y es por ello que me veo obligado a retornar al blog con toda una serie de cautelas, indecisiones y aparentes fintas.

5 comentarios:

Ricardo dijo...

Algunos hemos estado por la casa de campo en estos cinco meses. Y le hemos dado una barridita y todo mientras nos preguntábamos dónde andaría su dueño que no estaba en la casa. Así que no creo que te la hayas encontrado en tan mal estado, que cinco meses tampoco es tanto.

Bueno, me alegra mucho ver que la criatura (el blog) sigue vivo y apunta a cosas interesantes.

Tú escribe de vez en cuando, aunque sólo sea para decir que no tienes nada que escribir. Tus fieles seguidores virtuales lo único que pedimos es verte respirar virtualmente.

Abrazos.

Montse dijo...

Vino Ricardo corriendo a decirme que parecía que en la casa de campo vecina volvía a haber vida. ¡Qué ilusión me ha hecho! Me alegra tanto volver a encontrarme con vosotros en esta casa de campo.

Un abrazo a los dos. Estoy encantada con tu vuelta, Andriu.

Abrazos, Montse

Anónimo dijo...

me alegra muxo t vuelta. Spero k sigas cn l blog!

Carse dijo...

Solamente tú puedes cometer un acto irracional, inmotivado, de pura voluntad irreflexiva con tanta belleza. Escribas lo que escribas siempre me quedo enganchado desde la primera palabra a l última.


P.D: Te recomiendo la última entrada de mi blog --> http://vientoencara.blogspot.com

Andriu dijo...

Ricardo: seguimos respirando, gracias por evitarme esa operación limpieza, que cuando una casa se descuida ya sabes lo que le pasa... se llena de fantasmas ;)

Montse: es que dentro de poco hay un mini-CIO y hay que hacer honor a los orígenes.

Anónimo: Aki stamos, dndo l cayo ;) xP

Carse: muchas gracias, eso es porque lo mío no es volar sino escribir. A ti que vuelas no se te ocurra nunca hacer "un acto irracional, inmotivado, de pura voluntad irreflexiva". Tales actos son para hacerlos en tierra ;)

Un abrazo.