lunes, 10 de octubre de 2011

SeGuNdO cOnTaCtO


Hay blogs que súbitamente mueren. Tras un comienzo trufado de proyectos, ilusiones y promesas de continuidad se interrumpen un buen día y no vuelven a actualizarse jamás, o bien poco a poco se desvanecen, espaciándose cada vez más unas entradas de otras, hasta extinguirse. He visto varios casos de éstos. De hecho, al parecer, la duración media de la vida de un blog es de 15 meses (463,7 días, para ser más exactos, o más pedantes).

Las razones para que esto ocurra (que los blogs tampoco permanezcan) son muchas y variadas. Los blogueros que abandonan pueden hacerlo por falta de tiempo, por falta (o exceso) de lectores, por no encontrarle sentido a lo que hacen, o porque la vida les tiene demasiado entretenidos. 

También la propia muerte se inmiscuye a veces entre un bloguero y su blog. El caso más dramático al que he asistido es el de un profesor de filosofía al que nunca conocí en persona, pero cuyo blog seguía esporádicamente. Un día aciago dejó de publicar. En un comentario a su última entrada, dejado por alguien cercano (familiar o amigo, no lo recuerdo), se informaba escuetamente a los lectores del blog del fallecimiento del autor y se enlazaba a otro blog en el que se ofrecía una crónica de los últimos días en el hospital, de la operación y del fatal desenlace.

Hay también otros blogs que, sin llegar a morir, se detienen, languidecen, dejan de latir, pasan a un estado de hibernación, entran en coma. Devolverles el vigor de antaño, o al menos insuflarles vida, para que de sus cenizas vuelva a emprender el vuelo el ave Fénix, no es imposible... pero cuesta.

Y en ésas estoy.
   

5 comentarios:

Gaby dijo...

Me da gusto volverte a leer...aunque te cueste ;)

alejandra dijo...

Bienvenido de nuevo...

Joselu dijo...

Pues te animo a hacerlo. Nos habíamos encontrado en algunas ocasiones, y nos habíamos desencontrado. Hoy rastreando enlaces, he encontrado tu blog recién renacido. Yo llevo seis años y siento la misma pasión que al principio. No sé si mis lectores opinarán lo mismo. Las repeticiones son inevitables y uno quizás no es infinito. En todo caso, es una pena que algunos blogs desaparezcan por cansancio o por falta de ideas o por embarazos o por falta de lectores o por muerte... Siento muy próximo este mundo. Un cordial saludo.

Ricardo dijo...

Ánimo, hombre, que, si no te faltan ganas, seguro que tienes muchísimas cosas que contar. Tú escribe cualquier cosa que se te ocurra, después yo empiezo a meterme contigo y ya tenemos para rato, jajajajajaja. Un abrazo.

Andriu dijo...

Hola de nuevo y bienvenidos ustedes también: Gaby, Alejandra, Joselu y Ricardo.

Joselu: tu blog es uno de esos mojones esenciales de la blogosfera, al menos para mí constituye un referente ineludible. Llevo el mismo tiempo sin leer que sin escribir en la blogosfera. Pero para mí ambas actividades van de la mano (o eso procuraré). Así que ahora que vuelvo al tajo también he retomado las buenas costumbres de visitar el blog del "Profesor en la Secundaria". Dices que "uno quizás no es infinito" pero tú lo disimulas muy bien.

Ricardo: eres malo malísimo, veo que no has perdido esa carcajada pérfida de conde Drácula.

Un abrazo.