Y qué recuerdos, yo pasé gran parte de mi infancia recorriendo cada rincón de La Caleta totalmente descalzo. Con el vídeo casi olía el mar y todo, jeje.
Jajajajajajajajaja. Ese perro fue profe en otra vida y corregía los exámenes en verde también. Seguro que era mejor corrector que tú: ¿has visto con qué estilazo cogía el rotulador con la boca?, jajajajajaja. Un abrazo.
P.D.: sus esfuerzos bien merecerían que le hubieras obsequiado con una salchichita cocida y ahumada.
Me impactó ver las calles con arena de playa y me sigue impactando. No sé si yo podría trabajar allí, es que el ambiente es propicio para todo menos para corregir exámenes, sinceramente.
Por cierto, Lydel te tiene el pan debajo del brazo.
Ricardo: si Lidel me exime de corregir exámenes, que es lo que peor llevo de esta profesión, reniego hoy mismo de los gatos y me hago amante empedernido de los perros.
Montse: anímate, corregir respirando el salitre del mar hace del corregir una actividad casi soportable.
"¿Como te vas a poner a corregir exámenes con este día?, bah, te quito el boli a ver si así de das cuenta de que es una locura"....era eso lo que te estaba diciendo Lidel, pero tu erre que erre, hazle caso al perro que por lo que se ve es muy sabio jajaja.. que linnnnnnndo es.
María Pérez: tienes razón, mucho bla bla bla pero me falta esa intuición animal para saber escuchar a los perros y dejarme contagiar un poco de su hedonismo.
Es muy lindo, sí. A lo mejor le cambio el nombre: "Lindel".
7 comentarios:
Jajajajaja qué bonita situación.
Y qué recuerdos, yo pasé gran parte de mi infancia recorriendo cada rincón de La Caleta totalmente descalzo. Con el vídeo casi olía el mar y todo, jeje.
Un abrazo!
O sea, que tuviste una infancia feliz. Salir descalzo a la calle. Eso ya sólo es posible en lugares como la Caleta.
Un abrao.
Jajajajajajajajaja. Ese perro fue profe en otra vida y corregía los exámenes en verde también. Seguro que era mejor corrector que tú: ¿has visto con qué estilazo cogía el rotulador con la boca?, jajajajajaja. Un abrazo.
P.D.: sus esfuerzos bien merecerían que le hubieras obsequiado con una salchichita cocida y ahumada.
Me impactó ver las calles con arena de playa y me sigue impactando. No sé si yo podría trabajar allí, es que el ambiente es propicio para todo menos para corregir exámenes, sinceramente.
Por cierto, Lydel te tiene el pan debajo del brazo.
Abrazos, Montse
Ricardo: si Lidel me exime de corregir exámenes, que es lo que peor llevo de esta profesión, reniego hoy mismo de los gatos y me hago amante empedernido de los perros.
Montse: anímate, corregir respirando el salitre del mar hace del corregir una actividad casi soportable.
Un abrazo.
"¿Como te vas a poner a corregir exámenes con este día?, bah, te quito el boli a ver si así de das cuenta de que es una locura"....era eso lo que te estaba diciendo Lidel, pero tu erre que erre, hazle caso al perro que por lo que se ve es muy sabio jajaja.. que linnnnnnndo es.
María Pérez: tienes razón, mucho bla bla bla pero me falta esa intuición animal para saber escuchar a los perros y dejarme contagiar un poco de su hedonismo.
Es muy lindo, sí. A lo mejor le cambio el nombre: "Lindel".
Un abrazo.
Publicar un comentario