"Dijo que Luke siempre había sido un amigo para mí. Era cierto, pero no del todo. La verdad era que me alegraba de veras de que Luke la hubiera palmado en el momento oportuno: ahora podría olvidar los ciento cincuenta dólares que le debía. De hecho, al colgar el aparato sentí auténtico júbilo. Era un alivio tremendo no tener que pagar aquella deuda. En cuanto al fallecimiento de Luke, no me perturbaba lo más mínimo. Al contrario, me iba a permitir visitar a su hermana, Lottie, a quien siempre había querido tirarme, sin conseguirlo nunca por una u otra razón. Y me veía presentándome el día del pésame. Su marido estaría en la oficina y no habría ningún obstáculo. Me veía rodeándola con los brazos y consolándola; no hay nada como abordar a una mujer cuando está apenada"
(Henry Miller, Trópico de Capricornio)
2 comentarios:
vivimos en universos paralelos..u blog tiene muchas cosas en las que he estado pensando o que he visto recientemente...Fui a una exposición de Hopper hace unas semanas en Boston..sus cuadros (este entre ellos) me imnotizan completamente...y son "muy miller"
Qué suerte. Yo he de conformarme con sus reproducciones en internet. Sí, me ocurre lo mismo. Son cuadros que inducen a la reflexión, pese a su apariencia de simplicidad. Hay en ellos una especie de murmullo de la conciencia contenido, una voz en off ahogada pero intuida, una tristeza melancólica encerrada tras la serenidad de las formas y volúmenes...
Supongo que trato de "expresar lo inexpresable" ;)
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