domingo, 9 de marzo de 2008

CaRtA aL FuTuRo 7


"Uno de los grandes problemas en el Mundo es la droga puesto que ya son muchos los jóvenes que están enganchados a ella. Esperemos que este gran problema se solucione pronto".

"Ahora mismo tengo 4 gatos: Tigre, Sabrina, Gallofa y Garfield. El Gallofa es un bestia parda, ha cazado ratones, palomas, etc..."

Cuando se tiene 12 años los problemas o asuntos globales quedan en un segundo plano, ocupan unas líneas apenas. La vida de uno se desarrolla en el ámbito local y doméstico de la casa, la familia y sus mascotas, la escuela y poco más.

A veces me sorprendo a mí mismo reprochándole a mis alumnos adolescentes cierto ombliguismo, el no interesarse por nada que no sean amores, amistades o televisión enlatada dirigida a adolescentes; lamentando que no lean periódicos, que no les interese lo más mínimo la política o que no sepan apreciar la riqueza cultural de convivir con alumnos inmigrantes venidos de partes tan distintas del planeta.

Y ese que se queja del ombliguismo ajeno, tras dar carpetazo rápido al problema de la droga... ¡empieza a hablar de sus gatos!

Pues sí, supongo que es una cuestión de tiempo y que la edad de los periódicos, los informativos y las pasiones políticas es mucho más tarde.

Siempre hemos tenido gatos en casa.

Desde Ceferino en la casa de Guajara hasta el queridísimo Mayco que, majestuoso y grave, mira a la cámara con pose elegante y sobria, pasando por una larga lista de entrañables felinos: Roldán, Rodolfo, Pancho, Cuasi y los cuatro que nombro en la carta al futuro, Tigre, Sabrina, Gallofa y Garfield.

Cada uno de ellos tiene una historia detrás.

A todos los hemos querido con locura.

Aunque, es verdad, hay favoritos, que se han ganado las mayores dosis de mimos, las más frescas lonchas de embutido, los privilegios de acceso a determinados cotos cerrados de la casa, así como un rinconcito especial en nuestros corazones.

A Mayco, al nene-Mayco, mi hermano y yo lo consideramos como el hermano pequeño. Nos tumbamos en el suelo con él, le buscamos las cosquillas y hacemos carantoñas y le decimos cursiladas del género de "siesque-siesque, nene chiqui, vaya nenito, hermanito pequeño", hasta que Mayco se excita y busca desaforado entre los pliegues del pijama nuestro sobaco, que lame con áspera lengua y fruición gatuna, mientras nosotros nos descojonamos de risa por las cosquillas casi insoportables y por el escatológico gusto de nuestro hermano menor.

Que dos individuos adultos, de 30 y 24 años respectivamente, tengan este tipo de comportamiento, no deja de ser curioso.



Mayco medita sobre el problema de la droga en ambas fotos: se le ve serio y preocupado.

Alguna vez he llegado borracho a casa de madrugada, torpe y exhausto, y al trajinar en la nevera y en la despensa me lo he encontrado allí, sobre el almohadillado cojín de alguna silla, en nocturna vigilia, mirándome con esa misma expresión de la foto, mezcla de temor, preocupación y compasión.

Yo prefiero seguir a lo mío, no tocarlo, y tan sólo le digo: "Tranqui, nene, que soy yo". Aunque no sea del todo verdad.

Mayco exagera su preocupación y su censura contra las drogas. Tiene un primo hermano que está enganchado a todas desde hace años y que cumple ahora mismo prisión por robo a mano armada. Desde hace un par de años son pocos los que en la gran familia perciben su ausencia en navidades. Posiblemente es el ejemplo de este primo lo que le hace demonizarlas de tal forma.


11 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto Andriu, a veces nos olvidamos de cómo éramos nosotras/os cuando teníamos su edad. Yo intento no hacerlo, el viernes mismo les reconocía a mis alumnas/os que no se preocuparan, que yo no entendí la crítica de Hume al principio de causalidad hasta bien entrada en la carrera. Así que ahora les pasará lo que a mí me pasó, me lo estudié como pude pero no acabé de sacarle la esencia, lo que realmente Hume quería poner de manifiesto con su crítica.

¿En Lanzarote también tienes gatos? Lo digo porque yo y los gatos no somos muy compatibles. Me dan miedo, no sé por qué pero es así. Es más, hasta hace bien poco los perros también me daban pánico. Y eso que cuando era pequeña, más de una vez llegué a casa y alguien se había traído un perro de no sé dónde. Yo subía los pies al sofá y ahí estaba mientras el animal andara suelto por la casa. Pero, en agosto de 2005 se me ocurrió regalarle a mi hermana Elena una perrita westy que se llama Mafalda (le pedí por favor ponerle el nombre y me dejó) y ahora me encuentro haciendo esos comentarios cursis de los que yo me reía siempre. En fin, la vida...

Cuando dices: "Tranqui, nene, que soy yo. Aunque no sea del todo verdad", ¿ese no ser yo se debe haber bebido demasiado? ¿Y te gusta no ser tú? Ves, enseguida me pongo a preguntar. ¿Estás seguro de que quieres acogerme en tu casa? jajaja.

Un saludo, Montse

Anónimo dijo...

Es cierto Andriu, a veces nos olvidamos de cómo éramos nosotras/os cuando teníamos su edad. Yo intento no hacerlo, el viernes mismo les reconocía a mis alumnas/os que no se preocuparan, que yo no entendí la crítica de Hume al principio de causalidad hasta bien entrada en la carrera. Así que ahora les pasará lo que a mí me pasó, me lo estudié como pude pero no acabé de sacarle la esencia, lo que realmente Hume quería poner de manifiesto con su crítica.

¿En Lanzarote también tienes gatos? Lo digo porque yo y los gatos no somos muy compatibles. Me dan miedo, no sé por qué pero es así. Es más, hasta hace bien poco los perros también me daban pánico. Y eso que cuando era pequeña, más de una vez llegué a casa y alguien se había traído un perro de no sé dónde. Yo subía los pies al sofá y ahí estaba mientras el animal andara suelto por la casa. Pero, en agosto de 2005 se me ocurrió regalarle a mi hermana Elena una perrita westy que se llama Mafalda (le pedí por favor ponerle el nombre y me dejó) y ahora me encuentro haciendo esos comentarios cursis de los que yo me reía siempre. En fin, la vida...

Cuando dices: "Tranqui, nene, que soy yo. Aunque no sea del todo verdad", ¿ese no ser yo se debe haber bebido demasiado? ¿Y te gusta no ser tú? Ves, enseguida me pongo a preguntar. ¿Estás seguro de que quieres acogerme en tu casa? jajaja.

Un saludo, Montse

Anónimo dijo...

La verdad, Andriu, no te imagino diciendo esas cositas de mimos a los gatos. Jajajaja. Oye, Montse, que yo en casa tengo 7 gatos. Ahora, ¿qué hacemos?. Un abrazo, Andriu, como siempre, me ha gustado mucho leer tus experiencias vitales. Ricardo

Andriu dijo...

Amigo/as,

Un abrazo muy grande. Me voy a Bercelona YAAAA, y hubioera querido hacer un post al respecto pero no he tenido tiempo.

Ciaooooo!

Anónimo dijo...

Ricardo: ¿De verdad tienes 7 gatos en casa? Pues si es así, agradezco tu invitación pero si voy a Gran Canaria me quedaré en un hotel.

Adriu que te diviertas, los viajes de estudio son agotadores pero disfrutas mucho, sobre todo porque descubres a los chicos y las chicas de otra forma, un saludo, Montse

Anónimo dijo...

¡Uy, qué seco ha quedado mi comentario anterior para Ricardo!

Ricardo, que los saludos iban también para ti pero no me he dado cuenta de ponerlo en un renglón distinto al comentario para Andriu. Y que la invitación la agradezco de verdad y que lo que quise decir (que ha sonado a otra cosa) es que nos veremos en Gran Canaria pero que yo dormiré en un hotel. Así suena mejor porque me ha quedado fatal, será que vengo de unas evaluaciones y hay cosas que me desquician.

Más saludos, Montse

Anónimo dijo...

Montse, tranquila, no me gustan nada los gatos. Actualmente, no hay más animal que yo en mi casa. Ya hablaremos. Un abrazo. Ricardo.

Anónimo dijo...

Bueno, es un alivio. Aunque si te gustaran la única solución sería quedarme en un hotel porque lo mío es gatofobia, jajaja. Espero tu mail cuando tengas tiempo, un abrazo, Montse

Anónimo dijo...

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Nueva/York/premia/buenas/notas/golpe/billetera/elpepusoc/20080318elpepisoc_3/Tes

Anónimo dijo...

también tengo esa sensación de humanidad hacia los gatos, me han gustado tus palabras, un placer su lectura, felcidades!!!

un abrazo.

Andriu dijo...

Cada vez tengo más claro que la humanidad se divide en dos especies claramente diferenciadas: los gatofóbicos y los gatofílicos.

Ricardo, enseguida me di cuenta de que lo de los 7 gatos era un farol. Lo tuyo son más los ratones de despacho, ¿no?.

Montse, tranquila, no hay felinos en mi casa de Lanzarote. Lo que a ti con Hume me pasó a mí con Nietzsche. Tu pronóstico sobre el viaje acertadísimo.

Cizaña, muy interesante el enlace. Últimamente le estamos dando vueltas en mi centro al problema del fracaso escolar. Pero no hay presupuesto para pagar aprobados a nadie. Aunque visto lo visto, tampoco nos gastaríamos mucho dinero...

Javier, bienvenido al club de los gatofílicos. Te visito.

Un abrazo a todos.