viernes, 14 de mayo de 2010

aLgO PeRMaNeCe


El 12 de febrero de 2007 escribí el segundo post de NaDa PeRmAnEcE, que titulé "BaRCo HuNdidO".

(El lector avispado y sagaz podrá darse cuenta de que el sistema de reglas maniáticamente establecido por Andriu para la elaboración de los títulos no estaba completamente afinado)

El 11 de febrero, un día antes, había estrenado el blog con el único post sin foto, titulado "Todo fluye..."

(El paréntesis anterior es aún más pertinente aquí)

El primer post del blog era una especie de declaración de intenciones. Apelando a Heráclito, a Proust y a Saramago trataba de descubrir por adelantado el sentido de mi blog:

Un blog: literatura efímera, volátil, perecedera. Un soporte inmaterial, virtual, casi etéreo: digital. Y pese a todo, un intento más de retener y dilatar y enriquecer y ennoblecer y engrosar y almacenar el tiempo, la savia de las horas, los entresijos de los días y las noches, los renglones que silenciosamente escribimos al vivir.

El 26 de septiembre de 2009 Carse escribió un comentario al post BaRCo HuNdidO en el que me adjuntaba un link con la foto del barco antes del hundimiento.

El 28 de abril de 2010 alguien anónimo dejaba otro comentario preguntando por el nombre del barco.

El 30 de abril de 2010 alguien con el nickname de ainara contestaba que el nombre era el "Telamón".

Picado por la curiosidad decidí buscar en google información acerca del barco y decubrí dos cosas:

1) Que el Telamón era otro barco diferente, encallado frente al puerto de los Mármoles (Arrecife de Lanzarote) pocas semanas antes del misterioso barco hundido frente a las costas de Famara.

2) Que el 10 de noviembre del 2007 el diario digital "Crónicas de Lanzarote" había publicado un reportaje sobre ambos hundimientos y que el final del reportaje se cerraba con un párrafo extraído del blog "Nada permanece" de un tal Andriu, en el que recordaba el año del hundimiento. En dicho reportaje se citaba además a un tal Tomás Fajardo.

Más intrigado aún que al principio decidí escribir a mi padre, para hacerle dos preguntas:

1) ¿Cuál era el nombre del barco hundido en Famara?

2) ¿Era familia nuestra ese Tomás Fajardo?

Me sorprendió que mi padre no tuviera respuestas para tales preguntas, pues en casa siempre lo consideramos (pese a sus protestas) una especie de oráculo, que todo lo sabe. Nuestro primer apellido es Fajardo; su segundo nombre es Tomás. Pero obviamente el reportaje debía de referirse a otro Tomás Fajardo.

A estas alturas de la historia yo ya me había percatado de una cosa, a saber:

Que me había equivocado al calificar lo escrito en los blog de "literatura efímera".

El 12 de mayo de 2010 se convirtió en certeza esta impresión. Y es que otra persona anónima volvió a dejar un comentario en aquella segunda entrada sobre el barco de Famara, con toda la información que nos faltaba, que aquí reproduzco:

"El barco mercante que encalló en Famara se llamaba el ROLLA-1 de bandera libanesa la mayoría de sus 23 tripulantes eran de nacionalidad coreana e iba cargado con cuatro mil toneladas de cemento, había salido del puerto de Aguilas (Murcia) y se dirigía a Nigeria, vía Las Palmas. Encalló el martes 19 de enero de 1982, debido a que sufrió una vía de agua en la sala de máquinas. Esto es lo que recogen los periódicos de este año".

Lo que se escribe en los blogs no es para siempre: nada lo es.

(Salvo el amor, mientras dura)

Sin embargo, gracias a Carse, a Anónimo 1, a Ainara, a Arturo Escarda (autor del reportaje) y a Anónimo 2... tengo la impresión de que aquel post tan lejano y antiguo todavía sigue vivo.

Da gusto comprobar que, de vez en cuando, algo permanece.


9 comentarios:

Andriu dijo...

Muchas gracias a ti también, L., por aportar más datos y darle vida al post con este video sobre el Telamón y Tomás Fajardo:

http://www.youtube.com/watch?v=3NAHB3IrqXI&feature=player_embedded#!

Besitos.

Unknown dijo...

Mi memoria no me es muy fiel, ya sabes que la pureza es sólo cosa de ángeles, pero creo recordar que los maderos que cargaba el Telamón estuvieron años en algún solar en las inmediaciones del polideportivo. Eran enormes, supongo que quisieron salvarlos del mar. Si tenías cuatro años no lo recordarás, claro. He puesto este blog en la lista de links de uno que mantengo sobre temas de Medusa del Blas. Espero que no te importe. Un abrazo.

Unknown dijo...

Bueno, el blog en cuestión es http://medusablas.blogspot.com.

Andriu dijo...

José Ramón: ¡Claro que no me importa! ¡Es un honor seguir vinculado al Blas todavía, aunque sea virtualmente! De los maderos del Telamón no supe nada, aunque sí de los restos del ROLLA-1 (piche, plásticos, maderos) que venían a morir cada verano en la orilla de Famara.

Un abrazo

Ricardo dijo...

"Un blog, pues, contra el tiempo. Una batalla ineludible aunque perdida de antemano."

Esto escribías en aquel ya lejano 11 de febrero de 2007. Y a mí se me ocurre que el blog ha ido, más bien, a favor del tiempo, o que será entonces que el tiempo lo ha favorecido, y que la batalla que se planteaba hace ya mucho "tiempo" la ganaste.

De vez en cuando, no sólo algo permanece, sino que también fluye: permanece fluyendo, como ha ido fluyendo aquel otro artículo hasta este de ahora.

Ha sido como la pequeña historia de una evolución; me ha gustado muchísimo.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

te leo y me encanta...Muak

Andriu dijo...

Ricardo: muchísimas gracias por tus metáforas y hermosas palabras de ánimo entre blogueros y amigos... Y pensar que este hombre se dedicaba hace unos meses a meterse conmigo y controlar mi ingesta de hamburguesas y mi IMC...

Muak: zenkiu amiga.

Un abrazo.

Ricardo dijo...

Querido Andriu: tú marcas el ritmo de mis comentarios, ya sean metáforas filosófico-literarias o invectivas contra tus hábitos alimentaciones. Has sido tú siempre el que has andado provocando con tus artículos, jajajajaja. Un abrazo.

Uxio dijo...


Buenos días:
Felicito a quienes hayan contribuido a este tema, es muy interesante. Siento llegar unos años tarde, pero quisiera informar que algunos maderos del Telamón, para quien no lo sepa todavía, están en la rotonda de la Playa de las Cucharas, en Costa Teguise, allí "permanecen fluyendo" reconvertidos en sugerente escultura.