"¿A qué se parece la luz de una vela cuando está apagada?", se preguntó en cierta ocasión Lewis Carroll. Y cada cual podría preguntarse, de modo semejante: "¿A qué me parezco cuando estoy solo y nadie me ve..., es decir, cuando abandono todos los papeles sociales y las máscaras útiles o prudentes con las que me presento a los demás?". En ambos casos, no sabemos cómo responder: la luz de la vela apagada resulta tan imposible de explicar como la identidad de la persona que no está presente ante nadie ni en relación con nadie. Porque mi identidad no es lo que soy (en mi esencia única e indescifrable) sino lo que yo parezco ante otros, lo que represento para los demás.
(Diccionario del ciudadano sin miedo a saber, Fernado Savater)
4 comentarios:
Quizás sea en verdad yo misma. Yo misma que soy lo que nadie ve. Porque cuando nadie me ve posiblemente soy como realmente soy aunque ni yo misma quiera, desee o sea capaz de reconocerme. A veces es demasiado duro, demasiado crudo verse en la desnudez, verse como un es realmente, siempre tendemos a vernos como los demás nos ven, quieren o desean vernos.
¿Qué difícil es admitir y ver como un es en la más pura realidad, en la más pura desnudez!
Efectivamente, no sé si es duro, pero en cualquier caso es -como dices- muy difícil.
Y es que son los otros los que nos hacen ser lo que somos: somos seres interactivos (o como se dijo hace tiempo, seres sociales). Sólo en la interacción con los otros desarrollamos nuestra identidad.
Y como los otros son muchos y diversos (amigos, colegas de curro, hermanos, abuelas, amantes, enemigos) nuestras identidades también lo son.
Pero son ellos, los otros, los que alumbran nuestra identidad, como el fuego el pábilo apagado de la vela.
Bueno...en qué momento, a qué hora exactamente, pasando cuánto tiempo después desde que me quedo sola?...
Somos seres polimórficos,no? Aunque en la soledad nos deshagamos del saber estar, de maneras, de fórmulas, y abandonemos esa pose que es como de mirarse en el espejo de la gente...En la soledad me descubro desconocida...y más cuanto más tiempo paso conmigo...
Saludos!
la-musa-de-loko?
la-musa-del-oko?
lamusadeloko... Lo que me gusta a mí de esta cita es que rompe el tópico de que la soledad nos sirve para conocernos a nosotros mismos mejor.
Habiendo algo de cierto en ello (pues soledad implica generalmente reflexión e introspección, lo cual se traduce en autoconocimiento) lo cierto es que en la soledad no nos "ponemos a prueba", no desplegamos las potencialidades que el trato con los demás propician y actualizan. Y al no hacerlo, dejamos de conocer partes de nosotros ignotas.
¿Polimorfos? No sé, a mí eso me suena un poco mal, como al Polifemo ese al que dejó ciego Ulises... O quizás es que el prefijo "poli" no deja de traerme a las mientes desagradables connotaciones.
Un saludo.
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