Llevo unos días poniendo orden en todo esto: clasificando los post por etiquetas.
La verdad es que ha sido un curro, que no he debido dejar para tan tarde: meterme en cada una de las ochenta y pico entradas, máxime con mi conexión de banda exigua.
Pero ha valido la pena.
Las etiquetas me permiten hacer un seguimiento a los desplazamientos temáticos que va sufriendo el blog, así como facilita la lectura al nuevo lector que se deje caer por aquí con intereses selectivos.
Por otra parte, constato cómo el "nada permanece" que da nombre al blog, y que se me antojó al principio como un lema programático del mismo, ha dejado poco a poco de ser el principal leit motiv de estas "reflexiones contra tiempo y marea".
Las entradas con la etiqueta Tempus fugit siguen siendo muchas (en este momento son las terceras en orden de aparición), pero por encima están las etiquetadas como Día-a-día y Tiempo libre.
Lo que indica que se ha roto aquel corsé programático inicial al que aludía antes. Como les gusta decir a los nuevos gurús de la mercadotecnia y a los expertos en promoción turística últimamente: "hemos diversificado nuestra oferta".
Por otra parte, constato cómo el "nada permanece" que da nombre al blog, y que se me antojó al principio como un lema programático del mismo, ha dejado poco a poco de ser el principal leit motiv de estas "reflexiones contra tiempo y marea".
Las entradas con la etiqueta Tempus fugit siguen siendo muchas (en este momento son las terceras en orden de aparición), pero por encima están las etiquetadas como Día-a-día y Tiempo libre.
Junto a estas tres etiquetas coexisten -por ahora- quince más, desde Política o Religión hasta Extravíos...
Lo que indica que se ha roto aquel corsé programático inicial al que aludía antes. Como les gusta decir a los nuevos gurús de la mercadotecnia y a los expertos en promoción turística últimamente: "hemos diversificado nuestra oferta".
Y sin embargo, he creído apropiado mantener el mismo título y subtítulo: "NaDa PeRmAnEcE. Un blog de reflexiones contra tiempo y marea".
Ello en primer lugar debido a la mera lealtad sentimental a los orígenes del blog.
Y en segundo lugar, porque creo que sigue teniendo vigencia incluso cuando los temas de los que hablo no son necesariamente variantes contemporáneas acerca del clásico Tempus fugit.
Pues algo de reflexión hay en todos ellos, o simples amagos tal vez...
Pues es desde las islas que escribo, desde Caleta de Famara casi siempre, próximo al batir incesante de la marea...
Pues siempre que se escribe se hace contra el tiempo: es una lucha vana y estéril a la postre, pero llena de sentido a corto plazo (el de una vida humana), contra el dictum fatal y categórico que da nombre al blog.
Así que digámoslo otra vez: "NaDa PeRmAnEcE".
(Salvo el título)
Y en segundo lugar, porque creo que sigue teniendo vigencia incluso cuando los temas de los que hablo no son necesariamente variantes contemporáneas acerca del clásico Tempus fugit.
Pues algo de reflexión hay en todos ellos, o simples amagos tal vez...
Pues es desde las islas que escribo, desde Caleta de Famara casi siempre, próximo al batir incesante de la marea...
Pues siempre que se escribe se hace contra el tiempo: es una lucha vana y estéril a la postre, pero llena de sentido a corto plazo (el de una vida humana), contra el dictum fatal y categórico que da nombre al blog.
Así que digámoslo otra vez: "NaDa PeRmAnEcE".
(Salvo el título)
4 comentarios:
Te deseo unas felices fiestas y un próspero año nuevo.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias Francisco.
Te felicito igualmente con mis mejores deseos.
Un abrazo.
"Etiquetas", curiosa palabra-actitud de la que huimos tanto como necesitamos todos. Orden y desorden, en la medida en que sabemos dónde están las cosas ¿verdad? Un blog, creo, y sólo creo, es una lucha entre el "Nada permanece" y el "Todo fluye", como la vida misma. O igual no es una lucha.
Un abrazo.
Tienes razón, mi querido Juanjo.
Etiquetamos como una necesidad de ordenar y clasificar y dominar el mundo interior y circundante, como bellamente nos contó Nietzsche en "Sobre verdad y mentira en sentido extramoral".
Imprescindibles mentiras éstas de las etiquetas.
Un abrazo.
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