¡Dilema insoluble!
En un comentario al post anterior me formula Montse una difícil pregunta:
"Si tuvieras que elegir ¿con cuál te quedas? Es verdad que lo bueno es poder tener ambas de vez en cuando, pero ¿con cuál te quedarías si hubiera que elegir sólo una?"
He necesitado un día para acabar contestándome algo parecido a lo de Bebo Valdés y el Cigala:
"Yo no puedo comprender cómo se pueden querer dos mujeres a la vez y no estar loco"
Pero así es, aunque esta vez no se trate de mujeres sino de lugares:
mAdRiD
y
fAmArA
No puedo, creo, elegir y quedarme con sólo una.
Porque Madrid fue mi emancipación tardía.
Fue compartir piso con mi hermano en el zulo oscuro, gélido y sin embargo inolvidable de la callecita Alburquerque.
Fue consolidar con él una sólida amistad y cancelar para siempre nuestros seis años de diferencia, que no de diferencias.
Madrid fueron siete meses de juventud loca y fáustica.
"Si tuvieras que elegir ¿con cuál te quedas? Es verdad que lo bueno es poder tener ambas de vez en cuando, pero ¿con cuál te quedarías si hubiera que elegir sólo una?"
He necesitado un día para acabar contestándome algo parecido a lo de Bebo Valdés y el Cigala:
"Yo no puedo comprender cómo se pueden querer dos mujeres a la vez y no estar loco"
Pero así es, aunque esta vez no se trate de mujeres sino de lugares:
mAdRiD
y
fAmArA
No puedo, creo, elegir y quedarme con sólo una.
Porque Madrid fue mi emancipación tardía.
Fue compartir piso con mi hermano en el zulo oscuro, gélido y sin embargo inolvidable de la callecita Alburquerque.
Fue consolidar con él una sólida amistad y cancelar para siempre nuestros seis años de diferencia, que no de diferencias.
Madrid fueron siete meses de juventud loca y fáustica.
Siete meses de juergas, de fiestas psicodélicas, de botellones (en los preludios de la ley anti-botellón), de discos y de afters, de bar Moreno, de bacanal callejera, de 2 de Mayo, de Sala Sol, de Malasaña, de cañas en La Latina, de risas en el pisito de la calle Limón y en tantos otros que mezclo y combino; tal que el ron.
Siete meses de estudio entusiasta: de hacer esquemas y resumir libros y preparar fichas y asociar ideas y teorías y conceptos y corrientes filosóficas en bibliotecas -Conde Duque, Complutense, la UNED- o en calles, metros o cafés; meses de lecturas, de conferencias y de un curso de lujo con Muguerza y Carlos Gómez.
Madrid, o el móvil siempre con el sms de una nueva amante.
Madrid, o la posibilidad de ver muchos mundos en uno y vivir muchas vidas en una.
Madrid, o la cultura viva, latiendo en cada esquina.
Madrid, o el crisol humano huérfano de Historia; nueva Babilonia.
No puedo descartar Madrid.
Tampoco Famara.
Porque Famara fue mi refugio, mi recodo y mi retiro.
Fue mi destino de eremita.
Allí donde las horas y los dias y los meses se volvieron lentos, como si pretendieran salirse del tiempo y dimitir.
Allí donde la soledad me hizo explorarme por dentro.
Allí donde he pasado algo más de cinco años, pronto interrumpidos.
Cinco años en los que he sabido lo que es trabajar, y mucho. Cinco años como profesor y luego, también, como jefe de estudios. Cinco años aprendiendo este oficio en el que nunca se sabe lo suficiente.
Cinco años de amantes ocasionales; de cariño y de muy poco amor.
Cinco años de empezar de cero, de venirme solo, de forjar amistades, de adquirir rutinas de las que poder sentir nostalgia una vez acabado todo.
Llevo en Famara cinco años, expuesto a la belleza y al misterio.
Porque Famara es la tierra y el mar y el cielo en que los hombres callan.
Callan y observan y escuchan el mensaje insondable del Risco, de la luz y del salitre.
¡Cuántos pensamientos solitarios a la vera de Famara!
¡Cuántos viajes a lo desconocido, a lo más íntimo, propiciados por un paseo hacia San Juan o hacia el Rincón!
¡Cuánta introspección, cuánta alegría melancólica, cuánta esperanza difusa de felicidad, cuánto recuerdo triste de felicidad, cuánta exaltación súbita del ánimo, cuánta admiración y apego y celo al haber sucumbido al embrujo y misterio y belleza de Famara!
No, tampoco puedo descartar Famara.
No puedo quedarme sólo con Madrid ni sólo con Famara...
¿Será por eso que me voy a Tyler?
Siete meses de estudio entusiasta: de hacer esquemas y resumir libros y preparar fichas y asociar ideas y teorías y conceptos y corrientes filosóficas en bibliotecas -Conde Duque, Complutense, la UNED- o en calles, metros o cafés; meses de lecturas, de conferencias y de un curso de lujo con Muguerza y Carlos Gómez.
Madrid, o el móvil siempre con el sms de una nueva amante.
Madrid, o la posibilidad de ver muchos mundos en uno y vivir muchas vidas en una.
Madrid, o la cultura viva, latiendo en cada esquina.
Madrid, o el crisol humano huérfano de Historia; nueva Babilonia.
No puedo descartar Madrid.
Tampoco Famara.
Porque Famara fue mi refugio, mi recodo y mi retiro.
Fue mi destino de eremita.
Allí donde las horas y los dias y los meses se volvieron lentos, como si pretendieran salirse del tiempo y dimitir.
Allí donde la soledad me hizo explorarme por dentro.
Allí donde he pasado algo más de cinco años, pronto interrumpidos.
Cinco años en los que he sabido lo que es trabajar, y mucho. Cinco años como profesor y luego, también, como jefe de estudios. Cinco años aprendiendo este oficio en el que nunca se sabe lo suficiente.
Cinco años de amantes ocasionales; de cariño y de muy poco amor.
Cinco años de empezar de cero, de venirme solo, de forjar amistades, de adquirir rutinas de las que poder sentir nostalgia una vez acabado todo.
Llevo en Famara cinco años, expuesto a la belleza y al misterio.
Porque Famara es la tierra y el mar y el cielo en que los hombres callan.
Callan y observan y escuchan el mensaje insondable del Risco, de la luz y del salitre.
¡Cuántos pensamientos solitarios a la vera de Famara!
¡Cuántos viajes a lo desconocido, a lo más íntimo, propiciados por un paseo hacia San Juan o hacia el Rincón!
¡Cuánta introspección, cuánta alegría melancólica, cuánta esperanza difusa de felicidad, cuánto recuerdo triste de felicidad, cuánta exaltación súbita del ánimo, cuánta admiración y apego y celo al haber sucumbido al embrujo y misterio y belleza de Famara!
No, tampoco puedo descartar Famara.
No puedo quedarme sólo con Madrid ni sólo con Famara...
¿Será por eso que me voy a Tyler?
15 comentarios:
Mi querido nenito cartoniano,
Te sorprendera saber que hoy mismo he regresado de madrid. No tenia ni idea de tu escapada durante el fin de semana. Fui a un curso de licencias urbanisticas que organizo la revista. Pude darme alguna escapada y pasear por el centro. Y me acorde de ti y de la semana que pase en el zulo que compartias con Pablo...me acorde de la latina un domingo por la mañana, y de una noche de bingo con Santi, Guille Padilla, Iñaki, Nico y Pablo. Aun conservo la foto del fotomaton.
Ahora que se que pudimos encontrarnos en Madrid me ha entrado un poco de susto al comprobar lo presente y ausente que estas en mi vida al mismo tiempo...Tan cerca y tan lejos...Tan Madrid y tan Famara..
No se trata de un dilema, poque es obvio que quedaria con la cercania.
Pero de alguna manera me alivia saber que aunque lejos...siempre estas muy cerca.
Un beso
¡Jo, Yai!
¡Qué falta de sincronización!
Hubiera sido todo un shock tropezarnos en la Gran Vía...
Esa noche ganamos nuestro primer bingo. Ya viste en el cumple de Droski qué maña tengo para forrarme con los juegos de azar. Ganamos el bingo y con la euforia nos fuimos de marcha y terminamos a las 23:00 horas... del día siguiente.
¿Pasaste una semana en Alburquerque? ¡¿dónde?! ¿en el suelo? ¡Si Pablo y yo apenas cabíamos los dos!
Nenita del alma: siempre estaremos muy cerca, claro que sí.
Un abrazo caracartoniano.
A veces me preocupa esa tendencia que tienes hacia la ludopatia binguera. Menos mal que en ti suele triunfar la cordura...eso sí, después de una encarnizada batalla con tus neuras.
Besitos
jajajaja...
Insisto:
jajajaja...
Excelente post,Andriu, pleno de sensibilidad y de cariño. Me ha gustado muchísimo. Pues a mí me pasa algo así: que no puedo elegir sólo una. Pero no son ni Madrid ni Famara. Así que estoy empezando a pensar que me he vuelto loco. Jajajajajaja. Un abrazo muy fuerte. Nos quedan días...
Gracias, Ricardo. No te preocupes que esas cosas ocurren sin llegar a estar loco. Bebo y El Cigala lo explican en su canción.
Días, sí señor, casi puedo contarlos con la palma de la mano...
Hola, Andriu!
Entre la particular tesela de "post-it" en que se va convirtiendo el escritorio de currantes olvidadizos como yo encontré ayer uno que, solícito ante mi mirada ausente y cansada, rezaba el mensaje que lleva el nombre de tu blog. Esta vez lo recordaba pese a que poco permanezca en mi memoria y mucho deba someterlo a reglas mnemotécnicas y pegatinas ridículas de "asténicos" recordatorios.
A veces uno duda del carácter involuntario de los actos reflejos. El post-it lo tenía pegado a la peli en la que un Lupi único y emocionado descubre que cuando un lugar se convierte en demiurgo de sí mismo en tu memoria, cuando das un paso adelante y miras su huella, cuando asistes con inusitado asombro a tu incapacidad para hacer el equipaje, ése es "Tu Lugar en el mundo". ¿Famara o Madrid?. Puede que te entienda.
Un beso
Al leer tan excelente post, me doy cuenta que aún siendo de Madrid nunca lo conocí como lo hiciste tu...por desgracia, tampoco conozco Famara, gracias por mostrarlos.
Gracias, Goalkeeper, por tu inspirado comentario. No he visto la peli, pese a que ya tiene unos añitos. Puede que sí, que me cueste hacer el equipaje un poco. Pero sólo un poco. Hacer equipajes es una de mis actividades predilectas.
Dragoniana, reconozco que en Madrid se pueden vivir muchas vidas y muy diversas. La ciudad tiene muchas caras y depende a veces de uno mismo cuál se muestra en cada momento. Famara es más simple. Si no la conoces, no hace falta que te la recomiende; está todo dicho.
¡Qué bello post, Andriu! ¡Qué bello! Y qué inspirado. ¡Cuántas emociones destilas en él!
A pesar de la distancia en el tiempo y en el espacio (yo viví el Madrid de los 80 y mi refugio no es Famara), tu descripción me ha permitido recorrer los mismos lugares reales e imaginados, emocionales y sensoriales,... que entonces. Nada permanece... Y nada cambia.
Y sí, por qué elegir, si se puede tener ambos. Si se puede viajar hacia los extremos de uno mismo, sin quedarse diluído en los medios, o intermedios.
Un abrazo, Andriu. ¡Y gracias por el viaje!
Muchas gracias por tu amable comentario, Chelucana.
Por cierto, en cuanto termine con este lío del final de curso (en menos de una semana) me pondré a hacerme una idea de que en breve estaré dando clases a peques ¡de 1º de Primaria!
Pensaba pasarme por Educarueca, que vi en su momento que había bastantes recursos. Si conoces otras páginas que me puedan ser útiles te agradezco tu ayuda.
Un abrazo.
Uy! Andriu. Que no había visto este comentario.
Aquí puedes encontrar cosas muy interesantes, y ya que estás registrado en IA, estará bien que te des un paseo por esa megared social y explores en el grupo "Las TIC en Infantil y Primaria"
http://internetaula.ning.com/group/lasticeninfantilyprimaria/forum/topic/show?id=2016246%3ATopic%3A7909
¡Vaya cambio, Andriu! De jefe de estudios a 1º de Primaria... Espero que disfrutes mucho, mucho de la experiencia. ¡Cuántos abrazos y cariños recibirás de esos niños y niñas! ¡No habrá tiempo para la nostalgia, no! ;-)
Un abrazo
No me había dado tiempo a comentar este post, pero lo había leído, lo leo todo, todo, todo. Ahora, que estoy entre viajes, me dedico a realizar las tareas pendientes, entre ellas, comentar este bello post que, según tú, yo misma te inspiré. Es un post sensible, tierno, vivo, sentido, que nos muestra el Andriu más sensible, ese Andriu que yo quiero que empiece a mostrarse ante sus alumn@s porque dará lugar a clases inolvidables.
Yo lo tengo clarísimo, pudiendo ir de vez en cuando a Madrid yo me quedo con Canarias. No sé si con Famara, no conozco esa zona (sí Lanzarote pero no Famara, creo) pero sí me quedo con La Laguna una pequeña ciudad que tiene de todo y que yo sí podría decir que es uno de mis lugares en el mundo.
Por cierto, Andriu, la peli "Un lugar en el mundo" debes verla ya vale para muchas temás de Ética y Filosofía.
Un abrazo y gracias por compartir con nosotr@s tus vivencias. Montse
Corrección: La peli "Un lugar en el mundo" debes verla ya (coma), vale para muchos temas (sin tilde) de Ética y Filosofía.
Gracias, Montse, por tus comentarios "entre viajes".
Dices: "Yo lo tengo clarísimo, pudiendo ir de vez en cuando a Madrid yo me quedo con Canarias".
Aunque como digo en el post me quedo con ambas, después de pensarlo mucho, si no vale quedarse con ambas y tengo que elegir uno de los dos sitios como "campamento base", me quedo con Madrid. Canarias, para las escapadas y para los paréntesis y la evasión.
Pues sí, tengo que verla. A ver si antes de irme, que allí va a ser más difícil.
Un abrazo y disfruta de... Praga (¿no?).
Publicar un comentario