domingo, 19 de octubre de 2008

Lo VeRdE


Verde...

El color que tanto eché de menos durante seis años en Lanzarote.

Verde...

Qué impresión para mi retina -acostumbrada ya a la opacidad cromática del rofe, la lava y el picón- era esa entrada del Binter a Tenerife por la punta de Anaga.

Verde...

El color que pensé volvería a echar de menos al llegar a Texas.

Pero no.

Aquí en East Texas sobra el verde y la naturaleza es húmeda, rica y fértil.

Y como botón de muestra ahí va la crónica de ese sábado en las inmediaciones del Caddo Lake, en la frontera de Texas con Loussiana.



Fue hace tres semanas.

Cuatro profes españoles destinados en Dallas, cuatro amigos, me llamaron y me dijeron que si los alojaba en casa una noche para a la mañana siguiente tomar rumbo a Caddo Lake.

Me pareció un plan estupendo.

El lago estaba relativamente cerca de Tyler, a menos de dos horas de coche.

Nos tomamos una hamburguesa en esta especie de cabaña-tienda-bar.



Bueno, ellos se la tomaron fuera, en esta mesita tan cuca, tan de asadero o chuletada canaria.



Yo preferí tomármela de pie, en aquel local tan auténtico.

El primer día en Nueva York fui a un McDonald´s, pedí una Big Mac.

-¡Menuda mierda!
-me dije- Son igual que en España.

Desde entonces no he dejado de probar fabulosas y suculentas hamburguesas en este país.

Sólo hay que saber elegir el lugar.



Pero bueno, al grano.



Entramos al parque natural con cierta emoción.

Nada había sido planificado.

No sabíamos qué veríamos, por dónde iríamos ni de qué forma.

Antes de salir de casa, casi en el coche ya, los dallanitas nos habían dicho a los tylerianos:

-Por cierto, coged una muda, por si nos quedamos por allí a dormir.



Al llegar allí vimos claro que la cosa iba de pateos fabulosos o de canoas.

Y evidentemente, sabiendo que podía haber algún que otro cocodrilo, nos inclinamos por lo segundo.

Nada como un buen remo para atizar y dejar aturdido al reptil.



Procedimos a embarcar, con cierto nerviosismo y temor a volcar nada más montarnos.



Pero no, enseguida llegaron las risas y el gozo y la emoción.

Yo iba remando en la proa y Dani llevaba, atrás, el timón.

Aitor iba con Jesús.



Josemi remaba atrás, en la canoa de tres, con las chicas.



Mis compañeras tylerianas.



La ruta que escogimos era de cinco horas y puede que tardáramos más, pues la hicimos tranquilos, sacando fotos, charlando y disfrutando como enanos del paisaje.

Mi compañero de canoa, Dani, había estudiado también filosofía y nos pasamos un buen rato dale que te pego hablando de libros.

Joder, hace cuánto tiempo que no leo ningún libro de filosofía...



Tras dejar atrás el río abierto la ruta que señalaba el mapa se adentraba en un paisaje tupido de pantanos, árboles barbudos y vegetación por todas partes.

Lo siento, soy un urbanita y mi capacidad descriptiva para "lo verde" termina aquí.



El caso es que decidimos salirnos de la ruta, aparcar el mapa un rato, y adentrarnos en una zona virgen, en donde las aguas estaban cubiertas de una finísima capa vegetal sobre la que saltaban innumerables y minúsculas ranas, que sólo llegamos a percibir pasado ya un buen rato y de casualidad.


Fuera de ruta.

Qué emoción.

En tierra de cocodrilos.

En tierra virgen.

Aquí vivieron, al parecer, los indios Caddos, pueblo pacífico, que cazaba y pescaba en estas aguas, que practicaba la artesanía y que -imagino- viviría en mítica armonía con la naturaleza.

En 1830 el gobierno norteamericano compró por 80.000 $ Caddo Lake y alrededores.

Un año después los indios Caddos fueron desalojados de "su hábitat natural", cual okupas.

El paisaje -pensamos- en el que nos habíamos adentrado al salirnos de la ruta oficial no debía de ser muy diferente a aquel en el que vivieron los indios Caddo.

De hecho -nos dijimos- el paisaje tenía un aspecto prehistórico como de película de dinosaurios.



Remamos durante mucho tiempo.

Remamos y remamos.



Al día siguiente tenía llagas en ambas manos.



Como pez en el agua me sentía al cabo de un par de horas remando, absolutamente adaptado al vaivén de la canoa.



Decidimos retomar el camino, salirnos de la ruta de los dinosaurios.



Y casi no encontramos la salida al río.



Pero no fue la cosa a mayores.

Volvimos a remar a río abierto.



Y el paisaje seguía siendo tan espectacular como al principio.



A veces nos parábamos, más que a descansar, a disfrutar del momento.

Del lugar.

De los sonidos de la fauna circundante: el zumbido de los insectos, el rugido del pantano.



Aquello era más que bucólico.

Parecíamos personajes de un lienzo impresionista.



De vuelta a la zona transitada y habitada del río alucinamos con el poderío de las casas, de las segundas residencias de los americanos de bien.



Decidimos desembarcar en una de esas casas.



Estaba cerrada a cal y canto.

Su dueño estaría quizás ahora mismo en su primeria residencia en Houston o en Dallas, ocupado gestionando desde su despacho en la urbe sus negocios petrolíferos.

Me senté en el césped y me imaginé cenando con él y su familia el pavo de acción de gracias.

Me imaginé un futuro con su hija, una hermosa rubicunda de generosas curvas, amante de su casa, su marido, su familia y Dios.

O una morena más breve pero con mirada de ángel, intrépida, inteligente, la niña bonita de papá.

Me imaginé pasando con ellas las vacaciones o los puentes en la casita del lago.

Pescando salmones con su padre y practicando esquí acuático con su hermano menor...

Remamos, pues.

Remamos y fantaseamos y deliramos también lo justo.



Ya de regreso el río se hizo espejo.



Y las hojas, los árboles y demás criaturas de lo verde se duplicaron en un juego móvil de reflejos y contradestellos.



Otro ocaso más en USA.

Mas no uno cualquiera.



Dejamos, exhaustos, las canoas.

El viaje a Texas -pensé- comienza a amortizarse.


22 comentarios:

Yaiza dijo...

GUAUUUUUUU!!!!
Andriu, muchas gracias por llevarme de paseo en esta lluviosa y griposa mañana de domingo. Las fotos y la narración hacen que uno se transporte. Me han impresionado mucho las imágenes.Qué envidia.

Oye, vieron algún cocodrilo o no?. Supongo que no, porque lo habrías nombrado.

Un beso de juguito de naranja

Y.

Anónimo dijo...

Gracias por compartir con nosotras/os tus experiencias, es una forma de hacérnoslas vivir. Por cierto, ¿te acuerdas que un día te pregunté por qué alguien que podría vivir tan bien en su tierra se mete en estos líos? Pues ahora añado algo más, fíjate que lo que has imaginado cuando te has sentado en la segunda residencia de esa supuesta familia adinerada ha sido una vida junto a una chica que te quiera y con la que compartir cosas cotidianas de la vida. Creo que, en el fondo, es lo que casi todo el mundo desea, ¿por qué entonces complicarnos tanto la vida?

No sé si captas el sentido de mi pregunta, la vez anterior creo que sí lo captastes, ahora la pregunta va en el mismo sentido. Prometiste hacer un post tratando de explicarlo. Espero tu respuesta.

Un saludo, Montse

Andriu dijo...

No vimos ninguno, Yai, pero yo me sentí como Cocodrilo Dundee.

Montse, "estos líos" y ese "complicarse la vida" del que hablas es algo que me gusta. Y no sirven como única descripción de lo que estoy viviendo. No me he olvidado de ese post ni de tu pregunta pero no sé porqué lo reduces todo a una cuestión de tipo "rosa". Las canarias son demasiado guapas como para que mi único aliciente en irme a vivir fuera sea encontrar esa "chica que (me) quiera y con la que compartir cosas cotidianas de la vida". El delirio de mi imaginación con la hija del pescador de salmones no está, si te fijas, exento de ironía. Y el color del post creo que está bastante claro: VERDE. Perdona si te parezco un poco cortante, pero entre Ricardo y tú voy a tener que crear un blog paralelo centrado en mi vida sentimental. En cualquier caso ese post te lo debo; sólo hacen falta ganas de escribirlo y algo más de tiempo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Qué post tan bonito; lo he disfrutado mucho. Al ver el título he pensado "joder con Andriu, no sólo se desmadra sino q encima nos lo va a contar". Pero qué va, ha sido una orgía de imágenes muy paradisíacas. Un placer.
Cuídate remero.
Rbc

MARONINI dijo...

Verde que te quiero verde. Bonito el color, yo lo llevo siempre puesto, mi padre sin darse cuenta me lo dejó.

¡Qué maravilla! ya te habrás vengado de las excursiones a La Graciosa con semejante visita a lo "Cocodrilo Dundee", por cierto, muy apropiados los pantalones.

Un beso!

Anónimo dijo...

¡Uffff!
¡Qué pasada, Andriu! ¡Qué bonito lugar! Empiezo a sentir envidia de tu aventura yanqui. No pierdes el tiempo, no.
Me he permitido robarte algunas imágenes de esos paisajes de ensueño, para mirarlos detenidamente a ver si encuentro a las hadas y duendes que lo habitan.
Besos

Anónimo dijo...

Alguien te ha dedicado este post "A Mr. Fajardo"

Dácil Melgar dijo...

eso...que envidia cochina

Yaiza dijo...

Hola salirse de la fila, heintentado acceder al post de Mr. Fajardo pero no hay manera. Podrías ayudarme???

Gracias.

Anónimo dijo...

Perdone, Mr. Fajardo, le noto alterado y nada más lejos de mi intención que alterarle. En primer lugar, disculpe, pero no percibí el tono irónico que usted pretendía darle al delirio de tu imaginación con la hija del pescador. En segundo lugar, no había percibido tampoco un tono cortante en tu respuesta, pero si te disculpas es porque sí estaban siendo cortante. En tercer lugar, te recuerdo que me meto en cuestiones en las que no debería meterme porque un día te pedí permiso y me invitaste a ello. ¿Viste?, como Sócrates, al final resulté un tábano. Reitero mis disculpas, no volverá a pasar.

Un saludo, Montse

Anónimo dijo...

Yaiza, si pinchas en el blog "salirse de la fila" en lugar de en el post "A Mr. Fajardo" creo que podrás verlo. Un saludo, Montse

Andriu dijo...

ROLLAZO PATATERO DIRIGIDO A DOÑA MONTSE PEDROCHE, QUE TE PUEDES SALTAR SI QUIERES, QUERIDO/A LECTOR/A:

Lo que faltaba es que ahora me ponga antipático con una de mis primeras y más duraderas amigas virtuales. Soy yo el que me disculpo, caray.

Y claro que puedes opinar de lo que te dé la gana y comentar lo que te apetezca, faltaría más.

Mi susceptibilidad quizás se debió a que últimamente, ya fuera la cosa de lagos o de conversaciones sobre Dios, lo único que te llamaba la atención eran las alusiones -marginales y en segundo plano- a esa mujer por venir.

-"Bueno ¿y qué?" -pienso ahora.

¿Acaso no me preguntan a menudo mis colegas, les hable de lo que les hable, si "hubo temita o no hubo temita"?

Si alguien quiere ver cosas donde no las hay o no quiere verlas donde las hay: ¿acaso tendría ello que molestarme? Bueno, quizás en la gente que aprecio sí, un poco. Y eso es quizás lo que ocurrió.

Por otra parte, perdona mi prurito pedante, joder. Si te ha entrado una vena "rosa" pues adelante, desahógate, que no pasa nada. Métete conmigo todo lo que quieras. A los americanos déjalos en paz que, ya sabes, nos vigilan.

Es injusto por mi parte que yo me haya fijado demasiado en que tú te hayas fijado demasiado en la parte "rosa" de los post.

En primer lugar, porque de lo que hablas es, si acaso, "rojo" antes que "rosa". Vamos, que -dejando aparte este galimatías cromático- hablas del AMOR. A diferencia del salidillo de Ricardo (que si lee esta retahila tan chunga me va a poner a caldo, me temo), hablas de algo serio y grande, digno de ser mentado en cada post y en cada comentario. Hablas de lo más importante, de lo esencial, dejando aparte -claro está- la salud en general y mi garganta en particular.

Y en segundo lugar, es injusto porque este blog está lleno de comentarios tuyos certeros, profundos e inteligentes acerca de la educación, la religión, los lugares, las personas y la vida en general.

Así que, reitero lo dicho, mi querida tábano: disculpa mi pronto.

PD: La ironía acerca de mi imaginada rubicunda americana está en haberla elegido amante de Dios, que es lo que se estila por aquí; creo que conoces mis preferencias al respecto.

Un abrazo, coño, deja de dar saludos.

Andriu dijo...

Rbc y Chelucana, me alegro que hayan disfrutado de las fotos. Busquen Caddo Lake en google y accedan a su página web. Está llena de imágenes del lugar en otras estaciones del año, en que el lago-pantano sufre una espectacular transformación.

Mirada olivina, maronini, y muy hermosa.

Gracias por el post, Salirse de la fila: ¿no me habías hablado nunca de tu blog, o es que soy muy despistado, o es que no eres quien crees que eres?

Dácil, qué bien acompañada se te ve.

Abrazos miles.

MARONINI dijo...

Venga Montse, ahora tú le contestas, le mandas abrazos y se cierra el círculo.

Qué bonito! y lo digo sin ironía.

Muchas gracias caballero.

Anónimo dijo...

Andriu, con más tiempo te comentaré algo sobre tu "ROLLO PATATERO", de momento, un abrazo, ¡eres genial!

Maronini, claro que le mando un abrazo y a ti otro por ser partícipe de nuestros encuentros y desencuentros. ¿A que formamos ya una pequeña gran familia virtual? Lo que me más me gusta es que hay much@s canari@s y siempre me sentí atraída por esa gentes.

Besos, Montse

Anónimo dijo...

Por alusiones: a mí nunca me ha interesado, Andriu, tu vida sentimental, en todo caso me ha interesado la otra, la del morbo, la del "temita". Ya no me interesa porque estás muy a dos velas...Vuelve a interesarme, no obstante, el tema de tu IMC (que tanto le disgustaba a Montse, precisamente), que tras este post, me tiene más preocupado si cabe. Te estás convirtiendo en un "zampahamburguesas" o "burger eater", y claro, pones una foto medio desnudo encima y se te nota. Tú no te cuides que entre lo de las hamburguesas y que estás a dos velas, ya veremos cómo vienes.

En fin, un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Por alusiones (segunda parte): me citas como "salidillo" (claro, es la primavera...), para colmo, sin saber algo muy gracioso que pensaron de nosotros dos. Algún día te lo contaré, Mr. Roper Zampahamburguesas(llamado a sí por lo poco que te comes). Otro abrazo.

Anónimo dijo...

Por cierto, parece mentira que, hablando del AMOR, no hayas leído nada de lo que escribí desde la vuelta de vacaciones hasta que dejé de hacerlo. Un tercer abrazo.

Luisa dijo...

engo que aprender mucho de tu blog. Lo abro a menudo. La entrada está sin desperdicio."FABULOSA"

Anónimo dijo...

Vaya, vaya, vaya, o chacho chacho, ´pero que animado e interactivo está este blog. Después de leer seguidos los 19 comentarios que me preceden acabé con una sonrisa. Sonrisa no burlona (habrá que tener cuidadito), sonrisa agradable por ver debates y puntos de vista, porque muchas veces hablamos o escribimos con una intención o finalidad y se nos puede interpretar de forma muy distinta a nuestras intenciones, pero todo se reescribe o se "rehabla" y se termina por aclarar. Bueno dejo el tono filosófico que no es mi estilo y ...lo que quería decir !!!qué maravilla de río, que dimensiones, que verdor, que día tan maravilloso disfrutando de la naturaleza. Esto sí es lo mío.
Un beso grande.
Castora

Andriu dijo...

Uy, Montse, cómo se han divertido algunos y algunas con nuestros desencuentros y encuentros.

Ricardito, ya te cuenta Carmelo todo lo que te tengo que decir, jajaja. Cómo no retomes tu blog después de esto ya no sé qué puede hacerte volver a escribir.

Luisa, muchas gracias. Veo que tienes un blog muy chulo y muy lleno de setas. Si lo llego a saber le saco una foto a alguna que me he encontrado por aquí. Aunque en esto mi ignorancia es también suprema.

Ya me imaginé, Castora, que disfrutarías como una enana con este post tan centrado en lo que te gusta y titulado para colmo como tu color favorito.

Un abazo.

MARONINI dijo...

Montse, gracias por el abrazo, y otro grande para ti, que ya nos dicen a los canarios que otra cosa no, pero cariñosos...un pizquito sí que somos.

Besos