Sigo durmiendo poco y mal. Hoy me desperté a las seis y Valeria no estaba en la cama. Me levanté y la vi sentada frente a su computadora. Le pregunté qué hacés. Nada, no tenía sueño, no puedo dormir. Estuvo toda la mañana pegada a la computadora, como centinela. Así que ahora , por la tarde, me vine a un locutorio, mientras ella saca a Galoha al parque infantil. ¿Qué te pensás? Vos no vas a impedir que siga escribiendo en "nada permanece". Ni tampoco vos, Alfredo. Y en cuanto a Andriu, que sí puede, creo que ya estuvo bien, me voy, chau. Acá no me quieren, no les gusta ese "tono" con el que hablo, me piden que me vaya a escribir en mi libreta negra. Pues eso haré. Si desaparezco a partir del sábado no piensen que morí, que me mataron. Empiezo a pensar que lo de los papelitos es tan solo una broma macabra. ¿Quién iba a estar interesado en matarme? No valgo tanto. Si dejo de escribir es porque me cansé. O bueno, les cansé a todos ustedes con las historias de mi adicción al sexo y con los papelitos. En cuanto a éstos, me puse a pensarlo fríamente y llegué a la conclusión de que no puede ser sino una broma. Si alguien me quiere matar se me hace estúpido que me mande notas con la cuenta regresiva: "te quedan 5 días", "te quedan 4", "3 días", "2, 1". No soy un gil para creerme todo esto. Ayer me consiguieron engañar y meterme en el bolsillo de la campera otro papelito: "TE QUEDAN 3 DÍAS". Pero es que no estuve atento y anduve de acá para allá, en el metro, entrando en bares, por la calle, normal despistarme. Pero hoy no. Hoy llevo todo el día alerta, pendiente de quién se me acerca y de todos los movimientos que se producen a mi alrededor. Siento cómo todas las miradas se fijan en mí. Me siento espiado como por una mirilla de puerta o de escopeta. Pero yo también estoy atento, vigilante, centinela, como Valeria con su computadora.
1 comentario:
¿Cómo modifica desde un ciber la foto que siempre sube?
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