Éstas son mis Nike.
Me las compré hace un par de semanas.
Con ellas no puedo volar, pero son ligeras y cómodas como un guante.
Con ellas da gusto caminar, correr, saltar, fintar... hacer deporte.
Y además me encantan.
En los tiempos en los que fui profesor de Ética les hablaba a mis alumnos de la explotación infantil de Nike.
Les contaba que yo con 15 años también era un apasionado de la Flecha.
Y que cuando me enteré de sus prácticas abusivas dejé de comprarles nada.
Entraba a las tiendas de deporte y atravesaba velozmente la sección de tenis Nike, como un caballo con anteojeras, para no verlas ni desconsolarme.
Me las compré hace un par de semanas.
Con ellas no puedo volar, pero son ligeras y cómodas como un guante.
Con ellas da gusto caminar, correr, saltar, fintar... hacer deporte.
Y además me encantan.
En los tiempos en los que fui profesor de Ética les hablaba a mis alumnos de la explotación infantil de Nike.
Les contaba que yo con 15 años también era un apasionado de la Flecha.
Y que cuando me enteré de sus prácticas abusivas dejé de comprarles nada.
Entraba a las tiendas de deporte y atravesaba velozmente la sección de tenis Nike, como un caballo con anteojeras, para no verlas ni desconsolarme.
Éstas son mis nuevas Nike.
Después de más de diez años de calvario, haciéndole boicot a la marca, he vuelto a caer en la tentación de comprarme unas Nike.
Me pregunto qué les voy a contar a mis alumnos de Ética a partir del 1 de septiembre, cuando vuelva a ser profesor.
Y me pregunto qué ha ocurrido conmigo.
Me planteo los próximos posts como una investigación al respecto.
4 comentarios:
Nadie se resiste a unas Nike...
Tú eres el ejemplo de que al final todos caemos en la tentación.
=)
Hubo un tiempo en el que en mi casa no se podían comprar productos de Nestlé, porque atentaban contra la sana costumbre de amamantar con leche materna; tampoco de Cuétara porque eran galletas con cereales transgénicos, ni carne de ternera o de pollo porque estos animalitos eran alimentados con hormonas... Pero a mí siempre me tocaba el muerto de hacer la compra en el super. Ha pasado el tiempo, creo que ahora se aceptan más las impurezas de la vida en mi casa... y, terrible, pero todavía aceptan que haga la compra. Ponte las Nike y sigue predicando contra Nike, el objetivo es que desaparezca la explotación infantil, no que desaparezcan los placeres de la vida, ¿no?.
Laura: Yo me resistí durante varios años, pero no hubo forma. Bienvenida al blog.
José Ramón: Hacer la compra se ha convertido en algo cada vez más difícil. Me temo que esta serie de posts va a desembocar en lo que comentas, pero he preferido centrarme en Nike; o empezar por ahí.
Un abrazo.
jajjajajaaj...con perdón!
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