domingo, 12 de agosto de 2007

HeNrY MiLLeR 2

"Con los refinamientos propios de la madurez, los olores fueron esfumándose para quedar sustituidos por otro olor claramente memorable y placentero: el olor a coño. Y, en particular, el olor que queda en los dedos después de magrear a una mujer, pues -no sé si se habrá observado antes- ese olor es más grato, incluso quizá porque ya lleva consigo el perfume del pretérito, que el propio olor a coño. Pero este olor, que corresponde a la madurez, es tenue comparado con los olores vinculados a la infancia. Es un olor que se evapora casi tan rápido en la imaginación como en la realidad. Puedes recordar muchas cosas de la mujer que has amado, pero es difícil recordar el olor de su coño... con alguna certeza".

(Trópico de Capricornio)


1 comentario:

Anónimo dijo...

Tú ves!!! Este sí que me gustó.

Un saludo