Después de sopesar pros y contras y de proyectar en la imaginación fines de semana alternativos decidí mandar la garganta al carajo e irme a Dallas. Llené el depósito del coche y tomé la 69, para enlazar con la 20, que desemboca en la 80, en la que la cosa se complica y se mezclan la 30, con la 35, con la 45, con la 75, con la 110...
Llevaba una temporadita de gargantitis, aunque leve, mezclado con catarro.
Lo que ganaba en cinco días a base de tapacuellos, tonsiotrenes y manzanas, lo echaba por la borda de repente en una fiesta de disfraces.
Mi tratamiento era mínimo, poco más del preventivo:
"An apple a day keeps doctor away"
En las últimas dos semanas, no obstante, volví a las andadas:
Volví a las curas de silencio y a apagar el móvil por las tardes.
Volví a llevar en la maleta 2 o 3 pares de calcetines de respuesto.
Volví a comer cosas raras de forma compulsiva: fruta biológica, miel, ajo, genjibre.
En fin, quienes me conocen bien ya saben de lo que hablo.
El caso es que después de una semana de pequeños avances y progresos me levanté el sábado con la sensación de estar ganándole el pulso a la garganta.
Sin flemas, sin dolor y con la voz casi clara y nítida.
Así que me dije:
¡Qué coño! ¡Vámonos pa Dallas!
Allí me esperaban Laura y Julio, que habían subido desde Austin y me habían llamado la noche anterior.
También estaba Josemi, por supuesto, y el resto de profes españoles en Dallas.
Allí estaba la cerveza, el frío, la noche y la vida social.
Es decir, la tentación: los aliados del mal, el ardid con el que había previsto resucitar mi síndrome, mi perdición.
¡Al carajo la garganta! -me dije.
¡Me voy pa Dallas!
Lo que ganaba en cinco días a base de tapacuellos, tonsiotrenes y manzanas, lo echaba por la borda de repente en una fiesta de disfraces.
Mi tratamiento era mínimo, poco más del preventivo:
"An apple a day keeps doctor away"
En las últimas dos semanas, no obstante, volví a las andadas:
Volví a las curas de silencio y a apagar el móvil por las tardes.
Volví a llevar en la maleta 2 o 3 pares de calcetines de respuesto.
Volví a comer cosas raras de forma compulsiva: fruta biológica, miel, ajo, genjibre.
En fin, quienes me conocen bien ya saben de lo que hablo.
El caso es que después de una semana de pequeños avances y progresos me levanté el sábado con la sensación de estar ganándole el pulso a la garganta.
Sin flemas, sin dolor y con la voz casi clara y nítida.
Así que me dije:
¡Qué coño! ¡Vámonos pa Dallas!
Allí me esperaban Laura y Julio, que habían subido desde Austin y me habían llamado la noche anterior.
También estaba Josemi, por supuesto, y el resto de profes españoles en Dallas.
Allí estaba la cerveza, el frío, la noche y la vida social.
Es decir, la tentación: los aliados del mal, el ardid con el que había previsto resucitar mi síndrome, mi perdición.
¡Al carajo la garganta! -me dije.
¡Me voy pa Dallas!
¡Qué gozada!
Carreteras anchas y cómodas; música country; un paisaje de granjas y longhorns a los lados de la vía; poco tráfico y dos horas de trayecto para descansar de otros quehaceres, relajarme y disfrutar del placer de la conducción.
Eso iba pensando hasta que, de pronto, desde un arcén de la autopista, camuflada entre arbustos, sale una patrulla de policía que estaba allí apostada, acelera, pone las luces y...
...empieza a perseguirme.
Miro el cuentakilómetros: marca 80.
Mierda: el límite de velocidad en Texas es 70; me lo chivó Pepe hace unos meses al sacarme la driving license.
Esa patrulla va a por mí.
Por un instante, que duró un nanosegundo, pensé si mandar todo lo demás también al carajo: el curro, los días entre semana sin ver el sol sino a través de mi aula, la idiosincracia yanqui...
Sólo hacía falta hacer una cosa: seguir apretando el acelerador.
Peró fue eso, apenas un nanosegundo.
Reduje la marcha y puse el intermitente a la derecha.
El coche de policía se paró a unos 50 metros del mío.
Al rato, salió de la patrullera el mismo poli americano cabrón de las películas, con su sombrero y sus gafas de sol.
Se apostó en la ventanilla del copiloto, a una distancia prudencial del conductor, quien podía perfectamente aprovechar esta ocasión para sacar su revólver y freirlo a balazos.
Me dijo no sé qué en texano.
Me lo volvió a repetir.
Y entonces sí que le saqué el seguro del coche y mi driving license.
Carreteras anchas y cómodas; música country; un paisaje de granjas y longhorns a los lados de la vía; poco tráfico y dos horas de trayecto para descansar de otros quehaceres, relajarme y disfrutar del placer de la conducción.
Eso iba pensando hasta que, de pronto, desde un arcén de la autopista, camuflada entre arbustos, sale una patrulla de policía que estaba allí apostada, acelera, pone las luces y...
...empieza a perseguirme.
Miro el cuentakilómetros: marca 80.
Mierda: el límite de velocidad en Texas es 70; me lo chivó Pepe hace unos meses al sacarme la driving license.
Esa patrulla va a por mí.
Por un instante, que duró un nanosegundo, pensé si mandar todo lo demás también al carajo: el curro, los días entre semana sin ver el sol sino a través de mi aula, la idiosincracia yanqui...
Sólo hacía falta hacer una cosa: seguir apretando el acelerador.
Peró fue eso, apenas un nanosegundo.
Reduje la marcha y puse el intermitente a la derecha.
El coche de policía se paró a unos 50 metros del mío.
Al rato, salió de la patrullera el mismo poli americano cabrón de las películas, con su sombrero y sus gafas de sol.
Se apostó en la ventanilla del copiloto, a una distancia prudencial del conductor, quien podía perfectamente aprovechar esta ocasión para sacar su revólver y freirlo a balazos.
Me dijo no sé qué en texano.
Me lo volvió a repetir.
Y entonces sí que le saqué el seguro del coche y mi driving license.
Volvió al coche y estuvo un rato allí.
Desde el mío podía oír cómo se comunicaba por radio con alguien.
Tras comprobar que no era de A-L-K-A-E-D-A regresó con la multa para que la firmara.
Estaba conduciendo a 15 millas por hora por encima del límite de velocidad establecido en esa carretera (la 80).
Me hizo un círculo alrededor del juzgado en el que debía presentarme antes del 28 de noviembre a las 10:00 de la mañana.
Le pregunté que qué implicaba eso.
Me dijo que probablemente tendría que pagar una multa y que si no lo hacía podía ir to jail.
Los americanos, en su línea: metiendo miedo hasta para ir al baño.
Desde el mío podía oír cómo se comunicaba por radio con alguien.
Tras comprobar que no era de A-L-K-A-E-D-A regresó con la multa para que la firmara.
Estaba conduciendo a 15 millas por hora por encima del límite de velocidad establecido en esa carretera (la 80).
Me hizo un círculo alrededor del juzgado en el que debía presentarme antes del 28 de noviembre a las 10:00 de la mañana.
Le pregunté que qué implicaba eso.
Me dijo que probablemente tendría que pagar una multa y que si no lo hacía podía ir to jail.
Los americanos, en su línea: metiendo miedo hasta para ir al baño.
El poli se fue, sin cachearme, sin registrar el coche, sin darme una paliza.
Yo me quedé allí un rato, viendo aproximarse al resto de vehículos a toda pastilla por el retrovisor, oyendo su zumbido de vólido.
Lamenté los 200 dólares de la multa.
Lamenté no haberle sacado una foto al poli.
Lamenté haber perdido 20 minutos y no poder llegar a tiempo a Fort Worth con Josemi y compañía, que querían ver el desfile de longhorns a las 4 de la tarde.
Pero en seguida me recuperé y le di, como de costumbre, la vuelta a la tortilla.
El poli cabrón acababa de salvar una vida, o varias, la mía, u otras.
No sé cuándo:
Quizás ese mismo fin de semana.
Quizás mañana mismo, cuando al ir al curro desista y no me empeñe en pillar en verde también el segundo semáforo del Loop 323.
Quizás más adelante, quién sabe.
Nunca podré saberlo: el poli cabrón cambió el futuro.
Me introdujo en un curso temporal alternativo, en el que se paga más pero se muere más tarde.
Gracias poli cabrón:
¡200 dólares!
Son las vidas más baratas que hubiera podido comprar.
Yo me quedé allí un rato, viendo aproximarse al resto de vehículos a toda pastilla por el retrovisor, oyendo su zumbido de vólido.
Lamenté los 200 dólares de la multa.
Lamenté no haberle sacado una foto al poli.
Lamenté haber perdido 20 minutos y no poder llegar a tiempo a Fort Worth con Josemi y compañía, que querían ver el desfile de longhorns a las 4 de la tarde.
Pero en seguida me recuperé y le di, como de costumbre, la vuelta a la tortilla.
El poli cabrón acababa de salvar una vida, o varias, la mía, u otras.
No sé cuándo:
Quizás ese mismo fin de semana.
Quizás mañana mismo, cuando al ir al curro desista y no me empeñe en pillar en verde también el segundo semáforo del Loop 323.
Quizás más adelante, quién sabe.
Nunca podré saberlo: el poli cabrón cambió el futuro.
Me introdujo en un curso temporal alternativo, en el que se paga más pero se muere más tarde.
Gracias poli cabrón:
¡200 dólares!
Son las vidas más baratas que hubiera podido comprar.
El lunes les conté la historia a mis gansitos.
Para el policía, me ahorré cualquier clase de epítetos.
Para el policía, me ahorré cualquier clase de epítetos.
21 comentarios:
Qué bueno!!
Y no, no soy tan capulla, no me refiero a los 200$ que maldita la gracia (160 euracos a tomar por saco, o sea, algo así como una jornada entera de curro...es mi particular tabla de conversión para calcular el valor de las cosas)
Ahora es cuando te toca optar entre: a) presentarte en el juzgado y pagar "religiosamente" -muy ad hoc para Tyler- Aquí también vendría requetebien lo de "DEADline"=28 de noviembre, que explicabas en otra entrada
b)ir a...JAIL (how exciting!) Igual, si hay potra, consideran esas 15 millas de exceso como alta peligrosidad y reinauguran La Roca, specially 4 U. Fíjate qué distinción.
En fin Mr. Fajardo, take care y líbrate del mal (te rogamos, oyenos)
Rbc
P.D. Espero que por lo menos el finde en Dallas resultase bien, y cumplieses pronósticos.
P.D.2
Menuda chapa de comentario he largado...Bueno, como es tu blog, y aunque nos has dado licencia para soltar lo que queramos (faltaría más), también puedes eliminarnos cuando y cuanto te plazca. Que, repito, para algo es tu blog.
A ver si alguien tiene la paciencia de ganarme ahora a comentario más largoooooo...
Rbc
pd:querida mía tendrías que conocer a yaizita y hablar sobre comentarios bajo los efectos de las pastillas::.
querida mía nos se que jornada laboral tienes tu de 160 euros....pero si no tienes compromiso sentimental tendraimos que conocernos (andres al final lograras ahcer de tu blog una pagina de contactos)
a lo importante....no fue un poli lo que alargo tu vida....noooooooo....remontate más atrás en el tiempo....porque tu estabas ya en la carretera.....tu estabas ya en tu coche....¿qué fue lo que te movió a salir de tu casa y olvidarte de un finde garg...eh? quiz.as el ver a tus amigos los profes españoles...quizás...pero no nos engañemos....¿que hay detrá de ese deseo? EL RON! LA POSIBILIDAD DE ECHAR AL GAZNATE EL LIQUIDO DIVINO....AUNQUE SEA CONTRAPRODUCENTE SEGÚN EL LIBRO GORDO DEL JENGIBRE!!
AMÉN
un abrazo
pd: esta línea de los findes locos me gusta.....me parece que estas en ñla caleta y que acabas de salir con los vascos
Santi, querido mio: mi jornada laboral se llama pluriempleo, donde mis gansitos a.m. tienen la solera de 70 tacos de media (planta de cardio en hospital de Seg.Social -Osakidetza, para ser más exactos-) y mis gansitos p.m. van por los 50 y subiendo. Y la mayoría bastante fastidiados de salud y a veces también de humor, aunque no me extraña porque con la mochila que les ha tocado cargar tampoco está el patio para derrochar optimismo. A eso,súmale las guardias "según las necesidades del servicio", necesidades siempre descomunales para cubrir con rrhh tan limitados -no me refiero sólo mentalmente, un poco retrasados sí que somos, sino limitados en cantidad. Y de ahí sale esa cifra que se me queda corta para pagar el hipotecón de Euribor + 300%, que (por conectar con tu segunda cuestión) comparto con mi media naranja/limón, según el día. Pena-penita-pena, sino podríamos convertir a Andriu en nuestro testigo, que quedaría muy fardón eso de "El Padrino de Alcatraz" ;)
Dios mío, superándome en longitud...qué petarda.
Un abrazo,
Rbc
Pasa ya de los yankis y vuelve a Canarias. Pero qué se te ha perdido allí a ti chiquillo? Con la luz tan maravillosa que tiene la tierra canaria, ¡ay!, qué envidia.
Un abrazo, Montse
Una precisión:
Las pastillas de Yaicita, no eran tales pastillas sino Urbasón por vena, o por músculo, no sé, lo mío no son los médicos ni los enfermeros...tras un ataque de asma.A ver si se van a creer que le mando a movidas que no son.
Hecha la aclaración, Andriu, me ha encantado tu experiencia. Sobre todo por la moraleja, esa con la que tanto he predicado cada vez que me subo al coche contigo y por la que hemos discutido varias veces. Al final tenías que irte al otro lado del charco y encontrarte con un poli de peli para que lo entendieras.
Un beso de bacalao con papas negras arrugadas.
PD:A la Roca igual no, pero si quieres ir a G-u-a-n-t-á-n-a-m-o ésta es tu última oportunidad porque parece que Obama quiere cerrarlo.Yo que tú me lo pensaba.
El vaso medio lleno...
Te está bien empleado por superar el límite de velocidad. Improcedente que un profe no ofrezca ejemplo del cumplimiento de las normas. ¿Tenías prisa acaso por llegar al sitio donde ibas a seguir de cachondeo y picos pardos? Así tienes la garganta... Entre el IMC, la garganta, el celibato y las multas, a mí, te lo prometo, me tienes muy preocupado. Un fuerte abrazo.
Esto, Andriu, nos demuestra que eres tan humano como nosotros, y no un simple robot del Ministerio, que era como más o menos me imaginaba yo a los profes, en un pasado no muy lejano...
Volviendo a la realidad, "pierdo la virginidad" en Filosofía con "el mejor polvo" (donde pone polvo, léase examen, xD). Un 9'1 como primera nota de mi historia filosófica. Espero que te sientas orgulloso de la buena base filosófica que nos dejaste, y que Candela se ha encargado de reforzar.
Espero que sigas narrándonos historias tan buenas cómo esta.Un fuerte abrazo con nocturnidad y alevosía desde Arrecife.
P.D. A ver cuándo me dedicas una foto...
Andrés...¿por qué en tu "driver license" unen tus apellidos con un guión (Fajardo-Juan)? ¿Allí te los consideran como un único apellido compuesto?
Saludos a ritmo de polca.
P.D: Mañana mismo le dices a tus gansitos que policía lleva tilde. (qué cabrón soy)
Lo primero felicitar a Dracon el filosofo.
Andriu, yo construyo tuneles, pero tu construyes personas, que es mas bonito y gratificante... hacer que alguien le coja el gusto a la filosofia gracias a ti, creo que no tiene precio, (160 €??)
Lo segundo, felicitar a Rbc, (Rebeca?; Robicundo?; Reserva Banco Central?) por los mas de 3000 € que gana al mes. Compartiendo la hipoteca con tu medio limon, y no te da...en menudo embolado te metiste... animo.
Nene, a ver si te dura eso de no superar los limites de velocidad...
Por otro lado, creo que me empiezan a gustar tus dibujos, no los tires, creo que por medio de Alberto podremos exponerlos a lo grande y forrarnos a medias, ya te contaré.
Bueno, no sé si me he reído más imaginando tu cara mientras el poli malo se acercaba para multarte o leyendo los comentarios de tus amistades, que ya me son conocidas al menos por sus apodos, nombres y formas de expresión.
Menuda panda más salada están hechos, como para juntarnos todos un día.
Felicidades por el 9,1 filósofo, qué bueno.
Felicidades por los 160 euros, que sudores te costará ganar.
Y Andresito, paga y traga chico, nadie te manda, je je.
Saludos lanzaroteños y folclóricos a todos.
Yaizita:
¿Hace falta que nos enteremos de lo que has comido cada vez que le lanzas un beso a Andriu?
Andriu, faltó la foto al poli, pero espero que no falte la del juzgado. Esos juicios rapidos tipo juzgado de guardia, ya nos contarás.
Sergio
Jajaja...
Pero bueno, panda de maleantes ¿qué es esto?. Llego a casa, miro el blog y tengo 15 comentarios (bueno, 14 y uno suprimido). Menudo chat interactivo hay montado aquí. En ese país no se curra o qué. Seguro que tenemos el record nacional de buscaminas.
Chicos, desde que me he vuelto responsable mi vida ha cambiado, así que me voy a encerrar con los "report cards" (o boletines de notas) de las segundas seis semanas, que hay que entregar mañana.
(Hay que joderse, 3 años haciendo los boletines de notas de todo un instituto para que ahora que dejo la jefatura me toque seguir palmando. Al final va a tener razón Montse)
Un abrazo.
pd: intentaré contestar un poco más en serio si tengo tiempo antes del sábado, que me voy a San Francisco donde, por cierto, está La Roca, la genuina.
pd: Yai, gracias por los guiones; a eso le llamo yo trabajo en equipo.
Gracias Cizaña, recibo orgullosa tu felicitación a la más pringada... lamentablemente me hipotequé antes del crack de la burbuja, a razón de 5.500 €uros el metro cuadrado, aprox. Así que calcula el importe de mi modesto y humilde piso de 90 m2. Yo prefiero no hacer números, por eso de mantener mis pulsaciones en un ritmo constante y normal.
Jajaja Andriu, así que te vas a meter en la boca del lobo...directito a S.Fco., para ponerte "a tiro de lapo" de tu próximo y alarmante hogar, dulce hogar (seguro que más barato que el mío)
Q Uds. lo pasen bien
ReBeCa (Cizaña, estoy por plagiarte lo de Rva. Banco Central, jaja)
Así que Rebeca... me gusta.
Te pido disculpas si te ha parecido que te estaba llamando pringada. Lo que pasa es que me parece absurdo estos tiempos que corren, que te pasas la vida trabajando para pagar un techo para vivir. Además en el Pais Vasco creo que son especialmente caras, no sé.
Un saludo, y te sugiero que firmes: Rebeca, o Reserva Banco Central, que suenan como más cercano y familiar
Nada, "no problem" Cizaña, tú haz honor a tu nombre (es broma, no me malinterpretes, que por aquí no huele a picado). En Sanse y Bilbao un pisito normal y corriente sale entre 80-100 kilos de los de antes (medio millón de los de ahora)...al final he tenido que hacer el cálculo y me están entrando sudores fríos y la risa floja esta tan tontorrona...Creo que mejor dejo de escribir comentarios chorras (q sorprendentemente alguno tiene la santa paciencia de leer -aupa Cizaña, Andriu y Santi, campeones!!) y me apunto a la lista de guardias voluntarias. Besos,
R(eserva) B(anco) C(entral)
P.D. Sí, soy una SÚPER PRINGADA...Cizaña y el BSCH me lo recuerdan con amor ;)
Si puedes piérdete en San Francisco. Es preciosa. El parque tiene miles de bancos...Pasé media noche allí una vez con una austriaca...y mogollón de hippies con tufo a pachouli!!Mil tiendas de cosas usadas...el puentecito...las figuras que miran hacia dentro y las recurvas...Cuidado con la poli Driux..jejeje un beso
me acaban todos ustedes de alegrar esta tarde que ya de por si era maravillosa por ser de viernes...ahora con el permiso de ustedes me voy a ir al teatro por segundo dia consecutivo por la modica cantidad de 0 euros con el carnet de miembro del institut del teatre (estudiante)
a la Reserva del Banco Central....un fuerte abrazo y un zumito de limón.
Al Cizaña....¿te veo mañana?
a Yaizita "que te quiero mucho"
a Sergio que ....."que te calles"
...y de quien era este blog?
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