martes, 23 de febrero de 2010

CiTaS CrUzAdAs



"Escuché a Borges decir que recordaba que una tarde su padre le había dicho algo muy triste sobre la memoria: "Pensé que podría recordar mi niñez cuando por primera vez llegué a buenos Aires, pero ahora sé que no puedo, porque creo que si recuerdo algo, por ejemplo, si hoy recuerdo algo de esta mañana, obtengo una imagen de lo que vi esta mañana. Pero si esta noche recuerdo algo de esta mañana, lo que entonces recuerdo no es la primera imagen, sino la primera imagen de la memoria. Así que cada vez que recuerdo algo, no lo estoy recordando realmente, sino que estoy recordando la última vez que lo recordé, estoy recordando mi último recuerdo. Así que en realidad no tengo recuerdos ni imágenes sobre mi niñez, sobre mi juventud"

(Enrique Vila-Matas: París no se acaba nunca)



"Pues la memoria, en vez de un ejemplar duplicado, siempre presente ante nuestros ojos, de los diversos hechos de nuestra vida, es más bien un vacío del que de cuando en cuando una similitud actual nos permite sacar, resucitados, recuerdos muertos"

(Marcel Proust: En busca del tiempo perdido. La prisionera)


19 comentarios:

Anónimo dijo...

yo también me quedé con esa copla...
Y luego está la de "el olvido está lleno de memoria", de Benedetti...
Abrazo,
Rbc

Anónimo dijo...

Muy buenas citas, sobre todo, para mí, la de Borges. Aplicada a la memoria colectiva, a la "memoria histórica", nos previene frente a una concepción demasiado cándida de la misma. La memoria se construye, como también, Rbc, se construye el olvido -ahí está la Transición española-; y es objeto de luchas y confrontaciones. Lo que no debe llevarnos al escepticismo total respecto a la posibilidad de ¿establecer? una verdad acerca del pasado, individual o colectivo.

Anónimo dijo...

No creo que se trate de renunciar a la verdad, sino más bien de ceder a "la evidencia irrefutable" de que me aprece inalcanzable. ¿Escepticismo, relativismo,...? No sé, que me estoy metiendo en un berenjenal lanzando aquí brochazos filosóficos (ya desde pequeña, en amnualidades, cada vez que intentaba pintar algo, siempre me quedaba una borrajeta; era imposible enjuagar el pincel y despojarle de esos restos de pintura negra que empañaban toda la nitidez)
rbc

Anónimo dijo...

jajaja, ¿recordáis el horror que era intentar sacar el pegamento Imedio sin agujerear el pegote-trombosis que se quedaba obstruyendo la salida?
¿y esas puñeteras tijeritas de punta redondeada ideales para amputar las extremidades de todas las marionetas?
Rbc

Andriu dijo...

Aunque ya he dicho alguna vez que soy especialista en falsos recuerdos, he decir que el planteamiento del padre de Borges no me termina de convencer. La imagen es seductora y nos advierte acerca del grado de construcción que habita en cada uno de nuestros recuerdos. Sin embargo, tomándonosla en serio llegamos a una conclusión que me parece absurda: Fulanito recuerda todos los días aquella fantástica tarde en la bahía de "X", mientras que Menganita no lo piensa en absoluto y de repente, después de 10 años (o 10 meses), le da por recordar aquella tarde en dicha bahía.

¿Quién tendrá un recuerdo más veraz? Según el padre de Borges ha ocurrido lo siguiente: el recuerdo de Fulanito era cada día (pese a todos sus esfuerzos, o precisamente por culpa de ellos) más falso y desdibujado, una copia de una copia de una copia de... mientras que el recuerdo de Menganita es casi idéntico a lo ocurrido aquella tarde, pues al ser éstala primera vez que lo convoca la memoría todavía no ha podido "gastarse".

¿Se gastan y deforman los recuerdos si los convocamos a menudo? ¿Se conservan intactos e incontaminados si no lo hacemos? El padre de Borges parece pensar esto. A mí no me parece que la memoria funcione del todo así.

No obstante, me parece un modo bastante efectivo (aunque excesivamente pesimista) de ilustrar la idea -que comparto- de que a menudo nuestros recuerdos no son "puros" o fieles a lo que realmente aconteció.

La idea de Proust, presente a lo largo de su obra (y uno de cuyos momentos estelares es la célebre escena de la magdalena), me encanta: habitan en nosotros recuerdos muertos (el pegote-trombosois del pegamento Imedio, los conejos de la casa de la Calzada, etc) que "de cuando en cuando" logramos resucitar... ¿Son falsos? ¡La dicha que nos proporcionan es sin embargo verdadera!

En cuanto a la Historia, la tesis del padre de Borges llevada a sus últimas consecuencias haría del historiador experimentado y pertinaz un fabulador (o un ingenuo) y del ocasional "recordador" del pasado alguien con capacidad para establecer alguna verdad.

No sé, creo que el tema da para más... Acabo de caer en que no he etiquetado el post como "Cita-con-miga".

Un abrazo.

X dijo...

De la memoria solo puedo decir 7+-2.
Por cierto, no sabia que tenia una bahia.
SalU2

Anónimo dijo...

¿Qué hacen esos cuatro niños imitando a José María Aznar?

Andriu dijo...

X: la gente sólo recuerda las salas de cine y las películas, pero también tienes una bahía... Para más señas, Menganita. (Lo de 7 +-2 no lo pillo).

Anónimo: Y eso que no se han levantado la camiseta para enseñarte los abdominales ;)

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Si no recuerdo mal, Aznar levantó otro dedo.

Respecto a los recuerdos, lo que dicen ahora los científicos es que, como cada vez que accedes a uno de ellos te encuentras en una situación distinta a las anteriores, también el sentimiento que te evoca es distinto, y los matices del recuerdo van cambiando.

Parece que no somos capaces de sacar un recuerdo a la luz sin manosearlo.

Yo me lo imagino como si el recuerdo fuese una especie de caramelo (dulce o amargo) que guardas en un cajón. Cada vez que abres el cajón y le das un nuevo lenguetazo no puedes evitar toquetearlo con las manos y alterar así su sabor.

A veces incluso cambias el caramelo de cajón y lo pones en otro donde los sabores son parecidos.

Alguien dijo una vez algo así como: Nada permanece.

Por cierto, ¿a qué conejos de la casa de calzada te refieres?

Andriu dijo...

Cizañas: interesante lo que cuentas sobre los recuerdos como caramelos. Me parece más verosímil eso de que los recuerdos nos "sepan" ligeramente diferente cada vez que los "probamos" que la idea de que el sabor de ese mismo caramelo se vaya gastando a medida que lo convocamos o "paladeamos". La casa de la Calzada es una en la que viví con 6 años en Gran Canaria. De la otra recuerdo el agua helada del pozo, el encierro a cal y canto a la hora de la siesta, los granizados de limón, las berenjenas en vinagre...

Un abrazo.

Montse dijo...

¡Madre mía lo que me he estado perdiendo! Las citas son interesantes pero vuestros comentarios lo son mucho más. La aportación de Cizañas me parece muy buena, aunque yo añadiría algo. En mi opinión, no es que el recuerdo se manipule cada vez que lo re-presentamos, como si el recuerdo fuera independientemente de las emociones que en nosotros produjo y de las circunstancias en que lo vivimos. Más bien creo que el recuerdo fue una cosa en una circunstancia concreta y es otra en otro circunstancia concreta. Creo que la vida humana no es algo estático (NaDa PeRmAnEcE, ¿así era?) sino algo que se contruye y re-construye constantemente. Por eso, si yo recuerdo mi pimer beso, no es recordarlo cuando mi concepción de la vida y del mundo seguía siendo adolescente que recordarlo ahora cuando mis valores están asumidos de forma autónoma y libre.

No sé si me he explicado o lo he liado más. En cualquier caso, los recuerdos cada vez que los evocamos como nosotros no somos los mismos experimentan una transformación porque el recuerdo no es nada sin la persona que lo evoca y esa persona es una construcción constante.

Un abrazo y gracias estar ahí para formar parte de mis recuerdos constantemente en construcción.

Montse

PD: He estado muy liada pero creo que vuelvo a la carga con normalidad y rutina, jajajajaja

Montse dijo...

Ah!! Se me ha olvidado decir que al principio sólo iba a decir que las fotos me han fascinado, especialmente la primera, esos nenes son para comérselos. Ahora entiendo que a veces las madres y las abuelas digan, ¡qué pena que crezcan!

Ahora besos, Montse

Andriu dijo...

Montse: ¡Bienvenida! Veo que llegas con fuerzas y las pilas cargadas.

Respecto a las fotos: no tengo recuerdo alguno del momento en que fueron sacadas.

Un abrazo.

X dijo...

Te explico lo de 7+-2
La capacidad que tenemos para recordar es limitada. En principio solo podriamos recordar 7 cosas mas menos dos, es decir, nuestra memoria poseeria 7 mas menos dos cajas donde guardar recuerdos. Otra cuestion es la cantidad de "material" que se puede guardar en cada una de esas 7-9 cajas. Te pondre un ejemplo. Si te aprendes un numero de 7 cifras numero por numero, estarias llenado con un digito cada una de esas cajas, y por tanto seria mas dificil para recordar. Intenta recordar el numero 472082593. Te sera mas facil recordarlo si te los aprendes por grupos de 2-3 cifras porque no agotarias las 7-9 cajas de que dispones para almacenar recuerdos ya que utilizarias solo 3-4.
Espero haberte aclarado algo.
SalU2

Andriu dijo...

X: ¡Muy interesante lo que cuentas! No había oído hablar de esa teoría. El año pasado algunos de mis niños de 1st grade debían de tener menos de 7 cajitas porque no se aprendían los días de la semana ni a la de tres.. ;)

Un abrazo.

Andriu dijo...

X: ¡Muy interesante lo que cuentas! No había oído hablar de esa teoría. El año pasado algunos de mis niños de 1st grade debían de tener menos de 7 cajitas porque no se aprendían los días de la semana ni a la de tres.. ;)

Un abrazo.

Andriu dijo...

X: ¡Muy interesante lo que cuentas! No había oído hablar de esa teoría. El año pasado algunos de mis niños de 1st grade debían de tener menos de 7 cajitas porque no se aprendían los días de la semana ni a la de tres.. ;)

Un abrazo.

Andriu dijo...

X: ¡Muy interesante lo que cuentas! No había oído hablar de esa teoría. El año pasado algunos de mis niños de 1st grade debían de tener menos de 7 cajitas porque no se aprendían los días de la semana ni a la de tres.. ;)

Un abrazo.

Andriu dijo...

Creo que quedó claro.