domingo, 28 de febrero de 2010

ViDa SiLeNCiOsA


"Observemos nuestra vida. Si alguno de nosotros contara el tiempo en que habla con los demás a lo largo del día se daría cuenta de que es sólo unos cuantos minutos, casi nunca una hora entera. Supongamos, con mucha generosidad, que nuestra "habla" de un día entero alcanza una hora; eso supone un silencio diario de nada menos que veintrés horas. Si ocho las pasamos durmiendo, quedan otras quince en que no utilizamos la palabra. En fin, que pasamos el noventa por ciento de nuestra vida sin decir palabra, encerrados en nosotros mismos. Y, sin embargo, durante ese silencio ocurren muchísimas cosas. Casi todo. Actuamos, tomamos decisiones, pensamos. Pero también hacemos cosas de las que ni siquiera nos percatamos. Por ejemplo, nos tragamos el miedo, refrenamos la ira, fantaseamos, juzgamos, nos impresionamos, controlamos las emociones -o las buscamos-, nos sentimos descontentos o contentos, alejamos nuestras angustias, metabolizamos las malas noticias, nos aceptamos, nos rechazamos, etc. Dentro del silencio nos volvemos más niños o nos confesamos lo inconfesable, hablamos con Dios, no nos avergonzamos de nuestros impulsos, no nos aterrorizan los tabúes, deseamos lo que nos prohíben los demás, nos entran ganas de matar, de hacer el amor, de escapar... Y todo eso mientras estamos sentados en un vagón de metro, cruzamos una calle, tomamos un café en un bar, aguardamos en la sala de espera, nos miramos en el espejo con el peine en la mano, encendemos un pitillo..."


(Vicenzo Cerami: Consejos a un joven escritor)


2 comentarios:

jane dijo...

Esta es una de esas citas que te hacen pensar. En silencio le das vueltas, te percatas de que es verdad todo lo que dice, te ves a ti misma en esas situaciones, y te das cuenta de que creías hasta este momento que tu vida estaba llena de palabras y sonidos y que, sin embargo, es el silencio lo que predomina...

Andriu dijo...

...pero es tan complejo y tan rico ese silencio a veces. El lenguaje a veces resulta insuficiente y torpe para dar cuenta de todo lo que ocurre al auspicio de esa vida soterrada y silenciosa que llevamos de puertas adentro.

Un abrazo.