martes, 4 de enero de 2011

IsLaS LeJaNaS


Los días se suceden, infatigablemente, con su espantosa previsibilidad. Los anuncia el almanaque en la pared, el calendario de bolsillo, la agenda en el móvil. Y todos ellos van llegando, uno a uno, incansablemente y en orden, sin salirse nunca de sus goznes, como los caballitos de un tiovivo eterno que nunca cesa.

Me asomo entonces, a veces, al mundo. Me quedo mirando al mar, al horizonte, al Risco, a las islas de enfrente (tan lejanas que da la impresión de que con tan sólo estirar el brazo se puede alcanzarlas). Me asomo al misterio del mundo, que intento aprehender.

Transcurren los días y son tierra baldía; un pasatiempo. Los cuento, los pienso; o los olvido e ignoro. Pero siempre están ahí, cancerberos del tiempo, cerrándonos el paso, vigilando el acceso al misterio del mundo, al absoluto, a un no sé qué que presiento e intuyo muy de tarde en tarde: oculto, misterioso y lejano (como las islas de enfrente).

Y pasan los días, oculto el enigma.

4 comentarios:

alejandra dijo...

"Los días se suceden, infatigablemente, con su espantosa previsibilidad"...

Andriu dijo...

Hola Alejandra: ¿eres tú o el eco?

alejandra dijo...

Jajajajajaja... Agudo...

pepa gonzález dijo...

me ha gustado.