lunes, 26 de octubre de 2009

FoTo ReLaTaDa 4


De pequeño me daban miedo las arañas y aún hoy me producen cierta aversión las telas que tejen por doquier.

Tejen y retejen y contratejen incesantemente:

Tic, tic, tic, tic...

Tejen sin cesar con sus uñas como agujas:

Tac, tac, tac, tac...

¿Puedes oirlas?

Las telarañas que tejen embaucan, atrapan: son trampas.

Y tú y yo -¿no te has dado cuenta?- también tejemos nuestra telaraña.

Escúchala:

Tic, tac, tic, tac...

Suena igual que un reloj.

Y es que el amor es también un poco trampa:

-¿No te has dado cuenta?

6 comentarios:

Montse dijo...

Yo no creo que el amor sea trampa, dependerá de cada historia de amor y de hasta qué punto hay gente que prefiere vivir autoengañándose, no sé. ¡Qué transcendental me ha quedado!, jajaja.

Sea lo que sea, el amor le da salsa a la vida.

Por otra parte, sabes que la blogosfera en el fondo no es sino una tupida red de araña que nos permite contatar unos y unas con otros y otras.

Un abrazo, Montse

Montse dijo...

En lugar de "contatar" debería poner "contactar". Tengo que hacer las cosas más despacio que corro mucho en todo.

Montse

Anónimo dijo...

...una trampa...MORTAL
(era por darle un toque un poco más abatido, si cabe :)
Igual la pasión despendolada esa de los principios es más parecido a caer en el cepo, porque además andas medio obsesionado con esa imagen ilusoria, esa percepción engañosa del "contrincante"...que no deja de ser bastante ficticio.
Pero bueno, ya lo dijo Einstein también, la diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente. (Tic tac tic tac)
Rbc

Anónimo dijo...

joer, qué sabiondillo ha quedado, en plan me he leído el tocho y de aquí me voy directa al cineclub...
Rbc

Yaiza dijo...

En la línea de Rbc, creo que el amor, el de verdad, no tiene nada de trampa...la trampa es lo que surge antes del amor, la imagen de que nos creamos del otro sin conocer nada de él. La trampa es lo que hay también después del amor; la inercia de seguir con alguien a pesar del desamor, sólo por costumbre.

Precisamente lo único que no entraña trampas ni cartones es el "durante el amor", porque es ahí cuando ya se desnudaron las almas y los cuerpos, y después de haberlo visto todo, seguimos queriendo más.

Andriu dijo...

¡Qué sabiduría y qué sensibilidad, amigas!

¡¡Y qué gozo ser la víctima elegida de una de estas trampas de amor!!

Lo siento: no estoy para polémicas.

Un abrazo.