miércoles, 17 de marzo de 2010

eN pRoCreSo 15


El viernes encontré las pertenencias de Olivia Droslim en el pequeño trastero sobre el baño y desde entonces he estado llamando a Christian por teléfono casi a diario.

No me ha devuelto todavía las llamadas, pese a mis sms y mensajes de voz. He tenido la precaución de no nombrar en ellos a Olivia ni nada relativo a las cosas extrañas que han seguido ocurriendo. Recuerdo que cuando le pedí que me contara algo más acerca de su convivencia en la casa de Limón con su primo Carlos se cerró en banda y me espetó: "Preferiría no hacerlo".

Lo que ha sucedido hoy termina de confirmar mis sospechas de que por uno u otro motivo desde aquel día Christian me evita. Muy de mañana han tocado a la puerta y he ido a abrir. Afortunadamente no se trataba esta vez de un doble de mi padre, sino de una vecina que vive en el 2º piso. Me ha dicho que Christian ha estado tocando ayer por la tarde en casa y al no encontrar a nadie se ha dirigido a la suya. Mi vecina me ha dicho que conoce bastante bien a Christian, y que éste le ha dicho que le puedo dejar a ella su correspondencia. A ella no le importa encargarse de llamarlo cuando el correo es abundante o hay alguna carta de cierta importancia. Además, me ha entregado una copia de la llave de mi buzón, que al parecer Christian todavía conservaba y que venía a entregar.

-¿A qué hora estuvo tocando Christian en mi casa? -le pregunté.

-Por la tarde-noche, a eso de las siete -respondió.

A esa hora yo estaba en la escuela de Santi, viendo su obra de teatro. Pero Geno y Joe sí que estaban. Y según me dijeron hace un momento, no oyeron nada.

Christian parece haberlo calculado todo para no verme ni hablar conmigo.

Y sin embargo, mañana pienso verlo y pienso hablar con él.

Yo también he hecho mis cálculos.


No hay comentarios: