miércoles, 3 de marzo de 2010

eN pRoCeSo 2


Geno y Joe suelen dejar siempre cerrada la puerta de su cuarto, y yo también.

En los pisos compartidos es necesario tener un cuarto propio desde el que cerrar por dentro la puerta. La de la izquierda conduce al cuarto de Geno y de Joe. La que sí tiene picaporte es la mía.

Las puertas cerradas parecen susurrarnos al oído: "Ábreme".

Las puertas cerradas se hicieron para ser abiertas, del mismo modo que las manzanas se hicieron para ser mordidas y el gatillo de un revólver para ser apretado.

Después de mucho darle vueltas he llegado a la conclusión de que la caja de calcetines no se cayó al suelo sola.


7 comentarios:

Ricardo dijo...

¿Por qué la de Geno y Joe no tiene picaporte y la tuya sí? He ahí el misterio. Espero que nos lo desveles pronto. Pasan cosas raras en esa casa, diría yo.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

abrir puertas....que vicio...sin saber que hay detrás....Pero lo que verdaderamente me apasiona a mí son los pasillos que conducen a esas puertas.
Muak

jane dijo...

Yo creo que has mirado los calcetines desde otro punto de vista. Si los miras desde la caja, lo que ves es una interrogación.

Andriu dijo...

Ricardo: No sé ¿alguna hipótesis?

Muak: a mí los pasillos me dan miedo.

Jane: es cierto, Jane, yo tan sólo veía una curva pero gracias a ustedes comienzo a ver más de lo que pensaba.

Un abrazo.

r dijo...

Mi hipótesis es la siguiente: las puertas de Geno y Joe no tienen picaporte porque cuando los tenían, por las noches sentían a menudo que se movían, como si alguien desde fuera estuviera intentando abrirles la puerta. Era una de las cosas raras que pasaban en la casa. Pregúntales, pregúntales a ellos. Si son sinceros y valientes te dirán la verdad. Un abrazo.

Ricardo dijo...

Perdón, el el último comentario firmado con una "r" era yo. Otro abrazo.

Andriu dijo...

Ricardo: Intentas meterme miedo ¿verdad? Esta noche le quitaré el picaporte a la mía.

Un abrazo.